jueves, 10 de septiembre de 2009

Delincuentes roban en restaurantes a la hora del almuerzo

La hora del almuerzo es aprovechada por delincuentes para robar carteras, maletines y mochilas en los restaurantes. Entran a estos negocios como clientes y ante el mínimo descuido de sus víctimas roban lo que pueden y huyen. La Policía informó que estos casos se dan a diario, pero que no puede hacer nada.

Entre las 12.00 y 14.00 este tipo de locales trabaja a su máxima capacidad, debido a la afluencia de gente que acude a almorzar. Los administradores y meseros se dedican a atender a los clientes y no prestan atención a las personas que entran a robar, explicó un mesero de uno de los 10 restaurantes que visitó La Razón.

El recorrido se hizo ayer por la zona de Miraflores, el centro paceño y el aeropuerto de El Alto. Los delincuentes, conocidos como descuidistas, roban en grupos o individualmente.

Erika, una de las cajeras del Club La Paz (ubicado en la avenida Camacho), cuenta que los antisociales operan en grupos de tres a cuatro personas y por lo menos en este lugar robaron maletines y carteras a sus clientes. “La dueña piensa instalar cámaras de seguridad”, informó.

En el restaurante Ciudad Blanca de Miraflores, uno de los meseros reveló que establecieron que los descuidistas distraen a la cajera con preguntas sobre el menú para permitir que otro identifique el objetivo delictivo.

En la avenida 6 de Agosto, la empleada del local de venta de comida Volcán explicó que conocen a los antisociales y que cuando los ven entrar alertan a sus clientes a través de un sistema de sonido de que “cuiden sus pertenencias”.

También se visitó el restaurante Internacional, ubicado en la calle Ayacucho; una chifa en la calle Bueno, y otros tres pequeños negocios de venta de comida en la calle Mercado. En cada uno de ellos los empleados se limitaron a responder que sí existen robos a sus clientes, pero evitaron dar mayores detalles.

Los clientes del café Manolo’s de la avenida Camacho y Oriental de la avenida Mariscal Santa Cruz también son objeto de robos. “Ingresan y en un parpadeo se llevan computadoras laptops o lo que vean de valor”, explicó la cajera del Manolo’s.

“Vienen turistas y los ladrones entran, y muchas veces logran robarles alguna de sus pertenencias”, reveló una empleada del café Oriental.

La División de Propiedades de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), a través del sargento Marcelo Guzmán, informó que reciben a diario denuncias de robos en restaurantes y cafés. “Estos delitos los ejecutan descuidistas que son muy difíciles de capturar a no ser que sea en un hecho de flagrancia”, explicó el policía.

Los dueños de la pastelería Fridolín optaron por añadir a las sillas una especie de abrazaderas pequeñas para que las mujeres aseguren sus carteras y así eviten su robo.

Víctimas de robos en restaurantes

“Nadie se hizo responsable”
Colgué la cartera en la silla de un restaurante de Miraflores. Pocos minutos después quise hacer una llamada y me di cuenta que la cartera desapareció y con ella me robaron 400 bolivianos, mi licencia de conducir, mi carnet, lentes y otros documentos y efectos personales. En ese momento reclamé a los garzones y al dueño sobre la seguridad en el local. Hice un escándalo, pero me dijeron que ellos (dueños) no son responsables de las cosas que perdí.

“Me robaron y no viajamos”
Teníamos que viajar a Cochabamba alrededor del mediodía en un vuelo de AeroSur. Después de hacer el registro en el aeropuerto de El Alto decidimos con mi esposo ir y a comer algo en el restaurante. Mientras esperábamos nuestra orden colgué mi cartera en una silla; alrededor nuestro no había nadie, pero de pronto y en un parpadeo se robaron mi cartera. Preguntamos a todos, pero nadie nos pudo ayudar. No viajamos a Cochabamba.

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