viernes, 29 de julio de 2011

La gastronomía china se instala en La Cancha

China es uno de los países que mayor densidad poblacional tiene en el mundo y esto es un problema a la hora de consolidar una familia numerosa, relata en su mal español Shon Nua Li, uno de los miles de ciudadanos chinos que optaron por emigrar de su tierra buscando nuevos horizontes. Él y su esposa decidieron instalarse en Cochabamba.

En Cochabamba la población japonesa y taiwanesa no es numerosa, pero a diferencia de estas dos comunidades, en la región se observa un incremento de ciudadanos chinos dedicados al comercio de alimentos típicos del país oriental.

“Yo me vine porque en China hay muchas personas, ya casi no se puede vivir”, dijo Nau Li, que ya va tramitando sus papeles de permanencia pues está decidido a quedarse en Cochabamba.

Nua Li (31), originario de Fuishi, una población comercial de China, llegó vía aérea y reconoce que el idioma fue uno de los principales obstáculos para integrarse a la sociedad cochabambina. “Me ayudaron mis amigos y ahora me siento mejor, pienso tener varios hijos”, dice sonriente.

Solo en la ciudad de Cochabamba hay 30 familias chinas dedicadas a la venta de comida, relata Ruan Mein Chun, esposa de un militar boliviano y madre de Jaiping Boza.

Mein Chu, al igual que Nua Li, es originaria de Fuishi y dice estar a gusto con la amabilidad de la gente cochabambina. “Los paisanos (los chinos) son así porque tienen mucha desconfianza pero una vez que se les llega a conocer son muy amables también”, dice.

Nau Li tiene su restaurante en la parada de micros al Chapare. La presencia de los propietarios chinos de las tradicionales chifas (restaurantes chinos), en la zona sur de la ciudad es reciente, apenas de entre unos seis a doce años, así se pudo constatar en un recorrido realizado por este medio de comunicación.

No existen ciudadanos chinos de segunda generación, pues como se pudo evidenciar, los propietarios de los restaurantes son parejas jóvenes de entre 30 y 35 años.

Nau Li, con mucha cordialidad, dice “somos cada vez más, y si a eso le sumamos los que entraron en el último tiempo, la comunidad aumenta mucho. Falta que el gobierno de Bolivia haga un censo preciso para tener una estadística precisa”, dice mientras atiende a sus clientes.

Años atrás se decía que usaban el país como trampolín para saltar a los Estados Unidos. Pero Nau Li lo niega: dice que los mueve una política de reunión familiar y las posibilidades de desarrollo. “Venimos porque antes llegó el jefe de una familia o un pariente”.

Ubicaciones

En el sector de la cancha hay unos 10 locales de comida china y unos 11 en Quillacollo. El idioma y desconfianza característicos de las sociedades modernas son las principales barreras a la hora de entablar una conversación con este sector, que cada año crece en importancia e influencia cultural.

Migración

Los Tiempos intentó, en cuatro oportunidades, conseguir información sobre la población asiática en Cochabamba pero sin éxito alguno. “Soy nueva en el cargo y no tengo mucho conocimiento sobre el tema”, dijo la encargada de la Dirección de Migración de Cochabamba, Marlene Pérez.

Los Tiempos envió una carta solicitando datos estadísticos sobre número de ciudadanos chinos y japoneses, petición que tampoco fue atendida por la autoridad de esta entidad.

Testimonios de los visitantes

Andrés Chiang , Ciudadano taiwanés

“Somos diferentes”

Andrés Chiang (27) es parte de la segunda generación de ciudadanos taiwaneses en Cochabamba y manifestó que una gran mayoría de sus compañeros decidieron partir rumbo a Estados Unidos.


En reiteradas oportunidades pide no ser confundido con ciudadano chino o japonés, pues según Chiang, son culturas totalmente diferentes. “Ellos (los chinos) son más cerrados y reservados; somos totalmente diferentes”.


Chiang se dedica a la repostería. Su local se encuentra ubicado al frente del populoso mercado 27 de Mayo donde oferta una gran variedad de tortas y pasteles, cuya receta es una herencia familiar.


Chiang se logró adaptar de forma natural a la sociedad valluna a la que él califica de cordial y amable. Estudió tanto en Cochabamba como en Taiwán.



Shon Nua Li
Ciudadano chino

“Me quedo en Cocha”

Shon Nau Li está decidido a quedarse en Cochabamba. “Me agrada la ciudad. Es muy tranquila, es diferente, muy diferente a China”, dice a tiempo de informar que no suele entablar conversaciones largas con personas desconocidas.


A diferencia de otros propietarios, Nau Li es el único que no cuenta con personal de trabajo para atender su negocio, pues esto acarrearía un gasto extra para los ingresos que bajaron considerablemente a diferencia de anteriores años.


“Yo elegí Bolivia, Cochabamba, por el clima y por su hospitalidad; la gente es buena y muy alegre aquí por eso elegí quedarme. No me iré y acá tendré a mis hijos con mi esposa”, explica Nau Li, aunque admitió extrañar a sus padres y hermanos que se quedaron en Fuishi, China.



Japoneses en Cochabamba


La comunidad japonesa es mínima en la ciudad de Cochabamba. La mayor concentración de ciudadanos de esta nacionalidad se encuentra en las ciudades de Cobija, Trinidad y Santa Cruz.


En estos departamentos el fenómeno de la integración cultural y cruces sociales ya es un hecho, ya que existen parejas conformadas por personas asiáticas y bolivianas, esto en el oriente boliviano.


Varios estudios realizados en Centro América, mencionan que un mestizaje con chinos o japoneses se dio en México años atrás y fue muy interesante. “Los hijos de esas parejas eran muy inteligentes y guapos”, sostienen los estudios académicos.


Según un estudio de la Asociación de Ciudadanos Japoneses en Bolivia, en Cochabamba, Oruro y Potosí tan sólo hay 800 personas de esa nacionalidad, en Cobija 1.000, en Riberalta 7.000, en Trinidad 1.300, en Rurrenabaque 500, en Guayaramerín 300, en La Paz 800, en las colonias cruceñas de Okinawa 850, en San Juan 750 y en Santa Cruz 700, haciendo un total de 14.000 personas a nivel nacional.

Hombres públicos

Hay japoneses y chinos perfectamente integrados al ritmo y la cultura valluna y boliviana que contribuyen al desarrollo del país. En la actualidad, hay ciudadanos asiáticos inmersos en el campo artístico, televisivo, literario y hasta en la política nacional.

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