domingo, 3 de julio de 2011

Los habitantes de Londres producen su propio vino

En balcones, jardines y hasta en las fachadas de sus casas, algunos londinenses cultivan vid para crear su propio “vino urbano”, aunque las grandes bodegas del mundo no tienen por el momento que temer.

Durante unas vacaciones en Francia el 2007, el especialista en proyectos de regeneración urbana Richard Sharp descubrió con interés el “espíritu comunitario” de los pueblos galos durante las vendimias, y se preguntó si no se podría hacer lo mismo en la capital del Reino Unido.

En Londres, ciudad donde hay numerosos jardines individuales, “mucha gente tiene vid, pero no saben qué hacer con la uva”, explica Sharp. Publicó un anuncio en un gran diario, proponiendo a los viticultores aficionados que confiaran su cosecha a una empresa cooperativa que se encargaría de encontrar una prensa para hacer vino.

“Suscitamos un gran interés”, recuerda. Así nació Urban Wine (“Vino urbano”). Tras una primera cosecha limitada el 2007 (20 botellas de rosado), la idea se extendió rápidamente por los jardines ingleses.

“Al principio pensé que era un timo, que me sacarían el dinero y huirían”, explicó Ann Warner, una jubilada de los suburbios de la capital que rápidamente vio en ello la manera de sacarse kilos de uva con los que nunca sabía qué hacer.

“Tratamos de hacer nuestro propio vino, pero era asqueroso. Sigue en el armario, con el detergente”, dice en medio de sonora carcajada. En cambio, el vino hecho con la ayuda de Urban Wine no le disgusta. “Merece el esfuerzo”, asegura.

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