miércoles, 27 de julio de 2011

Pan con semillas

Las semillas por sus propiedades energéticas son una opción nada despreciable si se quiere lograr una alimentación equilibrada.

Una manera práctica de incorporarlas es consumiendo panes elaborados con ellas.

Un ejemplo pueden ser los panes de sésamo, de girasol, de lino, etc.

Los cereales integrales y el pan elaborado con los mismos, han sido desde tiempos inmemoriales, el alimento básico del ser humano. Desde hace relativamente poco tiempo comenzó a prepararse el pan en su forma actual: con harinas blancas o refinadas y con numerosos aditivos.

Recientes investigaciones médicas concluyen que una buena parte de las enfermedades contemporáneas tiene su principal origen en el régimen alimenticio. Básicamente por la supresión de las fibras vegetales en particular de los cereales.

Por esto, los productos preparados con harinas integrales, y que no poseen aditivos ni conservantes, son ideales e irremplazables para el organismo. Anímese a utilizarlos en su comida.

Semillas de sésamo

Las semillas de sésamo (o ajonjolí, como también se lo conoce) ofrecen un gran aporte de calcio, hierro y ácidos grasos.

Están muy recomendadas para el sistema nervioso central, además para ayudar a la concentración y la memoria.
PAN EN MOLDE// con semillas

INGREDIENTES

Primera masa: 200 gr. harina, 4 gr. sal, 3 gr. levadura, 150 gr. agua

Segunda masa: 485 gr. harina, 11 gr. de sal, 14 gr. azúcar, 60 gr. mantequilla, 30 gr. levadura de panadero, 210 gr. leche.

Semillas: sésamo o ajonjolí y linaza.

PREPARACIÓN

Mezclar los ingredientes de la primera masa. Dejarla a temperatura ambiente la noche anterior, o en el refrigerador unas 12 horas.

Antes de utilizarla y mezclarla con la otra masa, hay que sacarla dos horas antes del refrigerador para que esté a temperatura ambiente.

Colocar en un bol los ingredientes de la segunda masa: la harina, la sal, el azúcar, la mantequilla en trozos, y la levadura diluida en la leche templada, y la primera masa.

Amasar unos minutos. Tapar la masa y dejarla reposar en un sitio cálido hasta que doble su volumen (más o menos una hora y media).

Agarrar la masa y hacer bolas con los dedos, mojarlas un poco con agua y pasarlas por las semillas.

Colocar la masa en un molde. Dejar reposar otra vez una media hora.

Hornear a 220º durante unos 30 minutos (pasar los primeros quince minutos bajar la temperatura a 200º). Una vez salido del horno ponerlo en una rejilla a enfriar.


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