LA PAZ
Cambio
El olor del sándwich de chorizo abre el apetito casi de inmediato. Basta subir al tercer nivel del mercado Lanza para degustar de los sándwiches que se convirtieron en un ícono de la gastronomía paceña.
En ese centro de abasto se encuentra el anaquel de doña Elvira Goitia, quien desde hace 27 años se dedica a satisfacer los más finos paladares paceños. Como ella dice, “no hay quién se vaya de su negocio con un mal sabor en la boca”.
El negocio fue heredado, ya que Elvira proviene de una larga familia de vendedoras. Su abuela se dedicaba a la venta de frutas desde 1937, cuando fundó el antiguo mercado Lanza; su mamá lo hizo después y luego incursionó en el campo de los sándwiches, negocio que heredó como hija.
Elvira estudió Trabajo Social y llegó a ser parte del Plan de Padrinos, una organización dedicada a ayudar a gente necesitada. Al cerrase el proyecto, ella decidió darle todo su tiempo al negocio, que le dio la satisfacción de ayudar a que sus dos hijos salgan profesionales.
En 2007, la Alcaldía anunció la construcción de la nueva infraestructura del mercado Lanza como un proyecto arquitectónico sin precedentes. Hubo posiciones encontradas a favor y en contra; precisamente Elvira se manifestó renuente al diseño del nuevo mercado.
Analizando fríamente el problema consideró que nadie subiría hasta un tercer nivel para comer. Al principio la clientela fue escasa, pero después la buscaron y al encontrarla no la perdieron nuevamente.
“Personalmente yo me opuse al proyecto, lo reconozco, porque comprendí bien el diseño del mercado; lo que nos hacían era un engaño, nadie iba a entrar con una parada en la Montes y otra en la Jenaro Sanjinés”, explica.
El espacio que ahora tiene no llega a los cinco metros, teniendo en cuenta que en el mercado antiguo tenía más de 12, entonces el lugar es reducido y la Alcaldía no le permite colocar sillas afuera de su puesto. Su clientela come de pie y aun así la visita.
Lentamente logró recuperar su clientela, que hasta hoy muchas veces no logra descifrar el laberinto del mercado.
A este puesto tradicional acuden a probar su sazón desde cargadores hasta Ministros de Estado.
El pueblo opina
Víctor Limachi
Cliente
Desde el antiguo mercado que vengo, más de 10 años. Desde joven siempre he dado preferencia a este lugar, por su higiene y el sabor del sándwich. La primera vez que lo comí fue porque vi a mucha gente haciendo fila, desde profesionales hasta gente humilde.
Adelio Mercado
Comensal
Ya son más de 20 años que vengo donde doña Elvira, cuando era abajo, en el antiguo mercado. Ella tiene algo especial, los otros no tienen el mismo sabor. Yo antes venía día por medio, pero ahora con lo que se ha trasladado es difícil. Hoy traje a mis hijos y esposa.
Antonio Pacheco
Cliente y amigo
Son años que vengo a comer, por lo menos 20 años. Busque dónde comer rico y llegué a donde doña Elvira. Yo vengo a la semana unas dos veces, hasta tres; no estoy viniendo mucho, por trabajo, pero el sanguchito es sabroso, a veces a mediodía vengo a almorzar y me satisface.
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