domingo, 4 de noviembre de 2012

(Vitaminas liposolubles I)

Las vitaminas se dividen en dos grandes grupos: Vitaminas liposolubles (A, D, E, y K) y las vitaminas hidrosolubles (complejo B y vitamina C)

Vitaminas liposolubles: En este grupo se encuentran las vitaminas A, D, E y K, son solubles en la grasas, son poco alterables y el organismo puede almacenarlas fácilmente, dado que el organismo puede almacenarlas como reserva, su carencia está relacionada con malos hábitos alimenticios.

VITAMINA A

Es esencial para el crecimiento, contribuye a la formación del colágeno. Interviene en el crecimiento, hidratación de la piel, mucosas, pelo, uñas, dientes, huesos; ayuda en la visión nocturna y es un antioxidante natural. Sus fuentes son: los alimentos de origen animal (hígado, yema de huevo, lácteos) como retinol y en los vegetales (zanahorias, espinacas, brócoli, lechuga, damasco, durazno y melones) se presenta como beta carotenos, los beta carotenos son pigmentos naturales que se encuentran en frutas y hortalizas de color rojo, naranja y amarillo, o también en vegetales verdes.

El beta caroteno, también es llamado pro-vitamina A, es una forma química requerida por el organismo para la formación de la vitamina A. Deficiencia de la vitamina A puede detectarse a través de la presencia de la piel seca y áspera, fotofobia, ceguera nocturna y hasta la detención del crecimiento. Requerimientos diarios son 3.000 U.I. para niños, 4.000 U.I. para mujeres y 5.000 U.I. para hombres y se cubren consumiendo una zanahoria de tamaño mediano cada día.

VITAMINA D

Regula el metabolismo del calcio conjuntamente con la hormona paratiroidea y la calcitonina y también interviene en el metabolismo del fósforo y por tanto en el depósito de los mismos en huesos y dientes. Sus fuentes son la luz solar, hígado, yema de huevo, lácteos y germen de trigo. La síntesis, ocurre convirtiendo el ergosterol de la piel en vitamina D, por la ruptura del anillo B de la estructura. Deficiencia: Genera alteraciones óseas, trastornos dentales y alteraciones metabólicas y se relaciona con el raquitismo en los niños, la osteomalasia en los adultos, tetanias con manifestaciones como los calambres, musculares, convulsiones por una disminución de los niveles de calcio. Su exceso: lleva a la debilidad, astenia, cansancio fácil, cefaleas y nauseas similares a los que se presenta con la administración excesiva de calcio. Requerimientos: son 400 U.I. que está presente en 250 cc de leche.

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