A los 20 la preocupación principal suele ser perder peso y conseguir una figura estilizada, a los 30 se comienza a pensar en la salud, y a partir de los 40 nos comprometemos más seriamente a seguir una dieta equilibrada y hacer todo cuanto esté en nuestras manos para mantenernos sanos a partir de una alimentación equilibrada y unos hábitos saludables.
Destacaremos aquellos errores que con mayor frecuencia suelen darse y se detallarán algunos consejos y recomendaciones que mejorarán tu dieta de acuerdo a tu edad.
COMER SALUDABLEMENTE A LOS 20
Generalmente preocupa conseguir una figura estilizada sin pensar demasiado en la salud, pero es importante puntualizar que se debe hacer compatible mantener la línea con una nutrición saludable y equilibrada.
Errores frecuentes:
• Horarios de comida anárquicos.
• Dietas desequilibradas, restrictivas y esporádicas.
• Dosis escasas de frutas, verduras y fibra.
• Escasos alimentos ricos en calcio, quesos, yogures.
• Consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
• Abuso de comida basura, pizzas, hamburguesas y bollería industrial.
Recomendaciones:
• Prestar atención al consumo de calcio en la dieta. Optar por la leche descremada, yogures, quesos, frutas desecadas, frutos secos y pescado azul. Un consumo de calcio suficiente a esta edad, conseguirá formar unos huesos fuertes que opondrán resistencia a padecer al cabo de los años una osteoporosis.
• Puedes hacer más saludables tus comidas favoritas sin tener que renunciar a ellas, una hamburguesa simple o una pizza de verduras, son preferibles a aquellas que contienen adicción de salsas, mayonesa, embutidos… Siempre que sea posible, elige las versiones elaboradas con harinas integrales.
• Recuerda la importancia de los tentempiés, ten siempre a mano fruta fresca y llévala contigo para tomar entre horas.
• Limitar el consumo de bebidas de cola y bebidas alcohólicas, incrementando el consumo de agua fresca, zumos y batidos de fruta.
• No saltarse ninguna comida. Privarse de alguna de ellas no propicia la pérdida de peso, ralentiza el metabolismo y frecuentemente la próxima comida será demasiado copiosa. Es necesario distribuir la alimentación durante el día en varias comidas.
COMER SALUDABLEMENTE A LOS 30
Es común que la vida durante estos años lleve consigo demasiado trabajo, tanto dentro como fuera de casa, propiciando comer fuera frecuentemente cualquier bocado rápido.
Si hay niños, se suele prestar la máxima atención a la nutrición de ellos, lo cual es muy positivo, pero sin embargo, se descuida la propia.
Errores frecuentes:
• Exceso de trabajo con falta de tiempo para relajarse y disfrutar de una comida saludable.
• Demasiadas comidas fuera de casa, con frecuencia poco equilibradas que propician la ganancia de peso.
• Dosis escasas de frutas, verduras y fibra.
• Sedentarismo.
Recomendaciones:
• Incrementar el ejercicio físico y evitar el sedentarismo.
• Si no puede evitarse comer fuera de casa, conviene elegir platos de verduras, ensaladas, proteínas a la parrilla y platos sin demasiadas salsas y condimentos. Como postre será ideal apostar siempre que sea posible, por la fruta fresca.
• Elaborar la cesta de la compra a partir de productos frescos, frutas, verduras, legumbres, pan integral, lácteos descremados, carnes magras, pescado, aceite de oliva… prestando atención a las “grasas ocultas” que abundan en aperitivos, galletitas o patatas fritas y también en los pastelillos y bollería industrial.
• Evitar el consumo excesivo de café y excitantes, ya que un exceso de los mismos aumenta la pérdida de calcio.
• Seguir prestando atención al consumo de calcio en la dieta.
COMER SALUDABLEMENTE A PARTIR DE LOS 40
Se toma conciencia de la importancia de conservar una salud óptima a través de la alimentación y se tiende a consumir más verduras, legumbres, frutas y grasas cardiosaludables… descubriendo que siguiendo una dieta equilibrada y evitando el sedentarismo, la salud mejora notablemente y se evita el sobrepeso.
Errores frecuentes:
• Exceso de trabajo y responsabilidades, con falta de tiempo para relajarse y disfrutar de una comida equilibrada.
• Pueden continuar siendo frecuentes las comidas fuera de casa, siendo a menudo poco equilibradas, lo que propicia la ganancia de peso y un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
• Aunque comienza a tomarse conciencia de la importancia de seguir una dieta equilibrada, pueden seguir siendo escasas las dosis de frutas, verduras y fibra.
• Falta de ejercicio físico.
Recomendaciones:
• Es necesario incrementar el ejercicio físico y seguir una dieta equilibrada para evitar el sobrepeso y evitar que aumente la posibilidad de padecer enfermedades de tipo cardiovascular.
• Reducir la sal y consumir abundante agua durante el día.
• Controlar las grasas, sobre todo, limitar aquellas más nocivas. Consumir carnes magras, pescados y grasas cardiosaludables como el aceite de oliva. Limitar la bollería, mantequillas o embutidos muy grasos y reservarlos para ocasiones especiales.
• Incrementar los alimentos ricos en antioxidantes, Vitaminas C y E y betacaroteno. Para lograrlo, basta consumir frutas y verduras frescas, siendo las de hoja verde y las de tonalidad naranja, las que proporcionan en mayor concentración estos nutrientes.
• Seguir prestando atención al consumo de calcio en la dieta.
Fuente: MUJER DE ÉLITE
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