Una veintena de personas, al mando del chef Emilio Garnica, más conocido como el “Chef sin fronteras”, prepararon ayer la tradicional picana y lo expusieron en un plato de tres metros de diámetro y 30 centímetros profundidad instalado en la plaza de La Recoleta.
En medio de la expectativa de mucha gente, los chefs y las autoridades municipales presentaron como el plato más grande del país y con la intención de inscribirlo en el libro de los récords Guinness, luego lo repartieron entre todos.
“La picana es la identidad de cada una de las familias chuquisaqueñas y de toda Bolivia, la picana es el plato de fin de año, la picana es símbolo de unión, de esperanza y de amistad, la picana tiene que ser a partir de hoy además para promocionar a Bolivia en el mundo entero”, manifestó el alcalde Iván Arciénega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario