jueves, 6 de octubre de 2011

Huevo: ¿amigo o enemigo?

Cómo disfrutar de sus beneficios sin correr el riesgo de exponerse a las desventajas que aporta su consumo en exceso.

Quién no disfruta de un delicioso huevo frito con papas fritas; sin duda uno de los platos preferidos a la hora de satisfacer el paladar, pero también uno de los menos recomendados y prohibidos en la dieta diaria.
De colesterol y proteínas. El huevo siempre fue evitado por su alto contenido de colesterol, uno de los principales enemigos para la salud del corazón. No obstante, las grasas saturadas y las grasas trans de otros alimentos son más peligrosas para desarrollar enfermedades cardiacas. Por otra parte, los expertos han descubierto que el huevo tiene nutrientes saludables, entre ellos, la luteína, un antioxidante presente en la yema que ayuda a la vista previniendo la degeneración muscular, una de las causas de la ceguera. También es una rica fuente de proteínas, hierro y zinc y tiene vitaminas A, B12, D y E, que lo convierten en un alimento completo que, además, promueve el desarrollo del cerebro y de la memoria. Como cualquier alimento, el consumo de huevo en exceso hace daño, los expertos recomiendan no consumir más de 300 miligramos de colesterol por día y un huevo tiene 213 miligramos: lo ideal es limitar nuestro consumo de huevo a uno por día.

3 huevos a la semana para las personas con sobrepeso causan saciedad y aportan pocas calorías.

El huevo en cada etapa de la vida. Las mujeres en gestación deben consumirlo por la variedad de sustancias que aporta tanto al bebé como a la madre. Para niños y adolescentes, aporta buena cantidad de proteína, después de la leche materna, y ayuda al crecimiento de músculos y huesos, y da energía.
Para los ancianos es una fuente de alimento alto en proteínas de buena calidad, fácil de masticar y digerir. Además, contiene carotenoides que ayudan a prevenir la pérdida prematura de la vista.

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