4 zapallitos redondos, 100 grs. de mantequilla, 2 cebollas picadas,
1 pimiento rojo chico, picado, sal, pimienta y nuez moscada a gusto, 1 lata de choclo amarillo en grano, 3/4 de taza tamaño té de harina, 250 cm3 de leche, 1 taza tamaño té de queso rallado, 1/2 taza tamaño té de pan rallado, aceite (para la asadera y para rociar los zapallitos): cantidad necesaria, 12 lonjas de queso fresco (segunda variante), perejil picado (para espolvorear), cantidad necesaria.
PREPARACION
1. Cortar
los zapallitos al medio y cocinar al vapor hasta que estén tiernos pero firmes.
Retirar. Ahuecar quitando la pulpa.
Colocar la pulpa en un colador de malla fina y presionar con un tenedor para eliminar el
agua.
2. Pasar la pulpa
a un bol y reservar. Ubicar la mantequilla en una sartén o cacerola. Llevar a fuego moderado e incorporar las cebollas, el pimiento y una pizca de sal. Saltear un minuto. Agregar el choclo escurrido. Espolvorear con harina y mezclar.
3. Verter la leche
mezclando continuamente, y cocinar hasta formar una preparación cremosa y espesa. Retirar. Pasar la preparación al bol con la pulpa de los zapallitos. Añadir 1/2 taza de queso rallado. Condimentar con sal, pimienta y nuez moscada.
4. Ubicar los zapallitos
en una placa o asadera aceitada y rellenarlos con la preparación anterior. Mezclar la otra mitad de queso con pan rallado y distribuir la mezcla sobre los zapallitos. Rociar con aceite y llevar a horno precalentado a temperatura de moderada a caliente hasta dorar.
El zapallito
Es sumamente nutritivo
y de sabor dulzón. Su pulpa de color anaranjado nos indica su alto contenido en betacarotenos, sustancia muy importante que ayuda a prevenir el cáncer.
El puré de zapallo es la comida habitual de los bebés y de los niños más pequeños. Es un regulador de la función intestinal, de los nervios y un fortalecedor del sistema óseo.
Se digiere con facilidad, tanto hervido como al horno o formando parte de una comida. Esto le da la posibilidad de poder ser ingerido por quienes tienen estómago e intestino delicados, pues actúa como suavizante y colaborador en desintoxicar al organismo de residuos tóxicos.
Quién consuma un trozo de zapallo o calabaza cruda todos los días le ayudará a regularizar el buen funcionamiento de la vejiga y riñones. Es un alimento eficaz para combatir la anemia siempre que se coma crudo.
De cáscara dura y resistente, el zapallo contrasta con los zapallitos y zucchini cuya cáscara es más fina, tierna y de un color verde claro.
Por su alto contenido en agua tiene pocas calorías e hidratos de carbono pero cuenta con mucha fibra, lo que la hace un alimento ideal en dietas de reducción de peso.
Tiene la condición de ser altamente diurética y de prevenir infecciones del aparato respiratorio.
Es un protector a nivel de estómago contra la acidez y la gastritis.
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