8 huevos, 8 cucharadas soperas (ni colmadas ni muy al ras) de harina leudante, 8 cucharadas de azúcar, dos cucharaditas de esencia de vainilla, cantidad necesaria para enmantecar el molde de mantequilla y harina.
PREPARACIÓN
Encender el horno para que esté caliente cuando se termine de preparar el batido, no es bueno que en ese punto el bizcochuelo quede esperando.
Enmantequillar y enharinar el molde que se vaya a utilizar. Tamizar la harina. Separar las claras de las yemas de los huevos con mucho cuidado, de a una.
En caso que caiga un poquitito de yema en la clara, incorporarla al batido de yemas, cualquier partícula que contenga grasa hace fracasar el batido a nieve de las claras.
Batir las yemas junto con el azúcar hasta obtener un “punto letra” (cuando al levantar el batidor se pueda escribir, con la crema). Incorporar la esencia de vainilla y batir un poquito más. En un recipiente y con el batidor muy limpio batir las claras a nieve (hasta que dando vuelta el bowl la preparación no caiga). Mezclar suavemente, con una espátula y movimientos envolventes, el batido de yemas con el de claras y la harina, hasta que quede una crema homogénea. Poner la mezcla en el molde previamente enmantecado y enharinado. Llevar a horno moderado unos 45 minutos, nunca abrir el horno antes de los 25 minutos, a riesgo de que el bizcochuelo se baje. El bizcochuelo está listo cuando presionando la superficie ésta ofrezca resistencia e introduciendo un palillo en el centro, este salga seco.
Suave y esponjoso
Una excelente base para hacer muchas tortas, postres y masitas.
Hay diversos métodos para realizar el bizcocho, pero de lo que se trata es de hacerlo lo más sencillo posible y complicarlo según nuestros deseos, y estoy segura que después de leer todo esto les ha surgido más de una idea que no he puesto, ideas que espero nos comenten para que todos podamos conocerlas para poder hacerlas y disfrutar con el paladar.
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