250 grs. de garbanzos secos, 100 grs. de arroz, 2 zanahorias, 1 pimiento rojo, 1 pimiento verde, 150 grs. de zapallo, 2 cebollas, 1 diente de ajo,
1 puerro, 200 grs. de tomates, 15 grs. de albahaca fresca, pimienta blanca recién molida, aceite de oliva y sal.
PREPARACIÓN
Dejar los garbanzos en remojo durante toda una noche. Escurrir y verter en una olla de agua caliente. Cocinar a fuego moderado ir retirando la espuma de la superficie. A mitad de cocción, añadir un poco de sal. En otra cacerola, hervir el arroz unos 20 min, escurrir, enjuagar bien para que se suelte y reservar. Pelar el zapallo, los tomates y la zanahoria y cortar a dados. Retirar la parte más verde y dura del puerro y cortar en rodajas. Trocear a tiras los pimientos y picar el ajo y la cebolla. Una vez cocidos, escurrir los garbanzos y reservar un poco de su caldo. En una cacerola, calentar un chorrito de aceite de oliva y rehogar la cebolla y el ajo. Cuando la cebolla esté reblandecida, añadir el resto de verduras, y un poco de sal y pimienta. Dejar cocinar remover de vez en cuando para que no se peguen. Cuando las verduras ya están blandas, añadir la albahaca picada, los garbanzos ya escurridos y el arroz junto con un poco de caldo. Dejar cocer todo durante 5 min. a fuego lento.
Un clásico renovado
El garbanzo ofrece muchas posibilidades en la cocina. Como legumbre, permite la preparación de platos muy diversos y consistentes, desde pucheros y potajes de invierno hasta ensaladas de verano.
Al garbanzo se le atribuye el inconveniente de provocar flatulencias. Para evitarlas, una vez cocidos, es aconsejable triturar la piel de los garbanzos mediante un pasapuré. Otra forma de favorecer su digestión es incorporar al agua de cocción un trozo de alga kombu o bien alguna hierba con propiedades carminativas como la salvia, el tomillo, el cilantro, la ajedrea o el comino.
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