Rita, una de nuestras awichas, asegura que además de utilizar aquella bola de alambres de acero que ayuda a sacar las partes quemadas que han quedado más adheridas, el limón y la sal son dos elementos que, juntos, te facilitarán el trabajo. Con el apoyo de una esponja suave , úsalos para rayones.
Otra opción que puedes probar es hacer hervir en la misma olla ennegrecida un poco de cloro puro durante 15 minutos. Después enjuágala muy bien con agua caliente hasta que se quite por completo el olor. Esto también te ayudará a quitar la suciedad acumulada que se va quemando con el uso, provocando ese mal aspecto.
Importante: las abuelas recomiendan que antes de aplicar algún producto casero, utilices guantes.
Lavandina
Si hay muchos restos quemados, mezcla lavandina,lejía, cloro y detergente con agua caliente. Deja hervir unos minutos, teniendo cuidado de no respirar el vapor que desprende.
Sal y limón
Si tus ollas son de cobre, un poco de sal en un paño servirá para refregar la parte quemada. Cuando termines, parte un limón por la mitad y pásalo por encima, esto es para que la comida no se vuelva a pegar en ese lugar.
Porcelana
Las manchas no sólo afectan a utensilios de aluminio, cobre u otro metal, sino también a la porcelana. En este caso, usa un paño humedecido con bicarbonato de sodio y cloro.
Hierro
Si tu olla es de hierro fundido, lava con una esponja, sécala para que no se oxide, pon un poco de aceite y deja que éste se consuma.
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