Las cebollas producen una sustancia química irritante conocida como sulfóxido de tiopropanal, que estimula las glándulas lagrimales de los ojos y por ende provocan lágrimas y mucosa en la nariz. “Por eso es aconsejable cortarlas bajo un chorro de agua”, dice Carmen, una abuelita que atiende un restaurante por años. Las reacciones químicas suceden bajo el agua y esto impide que los vapores lleguen hasta tus ojos.
Prueba algunos trucos que te ayudarán a evitar ese insoportable ardor. “Por ejemplo, puedes usar gafas cerradas o colocar un poco de bicarbonato alrededor de tus párpados”, aconseja Flora, otra de nuestras awichas.
Si quitas la cáscara de la cebolla bajo un chorrito de agua o bajo un extractor en la cocina, evitarás las molestias en tus ojos.
También puedes dejar la cebolla en la heladera minutos antes de pretender prepararla. El frío hará que pierda parte de la sustancia química.
Aliento
Un poco de limón con sal o una manzana verde te ayudarán a perder el aliento a cebolla. Si estás en casa, cepíllate los dientes inmediatamente y toma un trago de café tinto para disminuir el olor.
Miga de pan
También puedes pinchar en una punta del cuchillo una bolita hecha con miga de pan y proceder a cortar la cebolla. Esta masa absorberá en parte el químico y aunque no hace que el efecto se pierda por completo, por lo menos ayuda a que sea menor.
Bolsa de plástico
Aunque es un poco incómodo, puedes tratar de meter las manos, el cuchillo y la cebolla, para picarla dentro de una bolsa plástica transparente, lo suficientemente grande como para poder manipular en su interior.
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