500 grs. de pechugas de pollo
Sal y pimienta a gusto
1 cdita. de té de páprika picado
1/2 cucharadita de té de comino
Para el aderezo de yogurt:
Pote de yogurt descremado (sabor natural)
1/2 pepino pelado, sin semillas (cortado en
cubos pequeños).
2 cucharadas soperas de jugo de limón colado
1 diente de ajo picado
Sal y pimienta negra a gusto
Aceite de oliva cant. necesaria
4 panes
1 ramo de berros limpios
PREPARACION
1. Mezclar la sal con la pimienta, la páprika (pimentones) y el comino. Reservar.
Ligar el yogurt con los cubos de pepino, el jugo de limón y el diente de ajo picado.
2. Salpimentar a gusto y reservar. Aderezar las pechugas de pollo (ambos lados) con sal, pimienta, la páprika (pimentones) y el comino.
Pincerlarlas con aceite de oliva y hornearlas, hasta que estén cocidas y doradas, a temperatura media.
3. Retirar del horno y cortar las pechugas en tiras finitas.
Untar los panes con el aderezo de yogurt y armar los sandwiches con el pollo fileteado y hojitas de berro.
Su sabor inconfundible y sus beneficiosas bacterias, excelentes para el sistema inmunológico, han sido fundamentales en la alimentación del ser humano durante siglos.
La acción sobre el sistema digestivo convierte al yogurt en una auténtica defensa natural contra todo tipo de infecciones y enfermedades.
Además, reduce el colesterol y permite absorber las grasas mucho más fácilmente, además de equilibrar el intestino.
Una de las mayores cualidades del yogurt es su importante cantidad de calcio.
Los yogures se convierten así en un aliado imprescindible para fortalecer los huesos y los dientes.
Sus proteínas, grasas e hidratos de carbono (con predominio de la lactosa) suministran energía suficiente al cuerpo como para afrontar la ardua jornada laboral o académica.
Las vitaminas del tipo A y B, el ácido fólico, y el contenido en fósforo, potasio, magnesio, cinc y yodo completan el contenido nutricional de este producto imprescindible en la dieta.
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