Receta de la semana: milanesa parmesana

Hacer la tarea de mamá no es fácil, más aún si se trata de la cocina. Pero por su día le proponemos hacerse cargo y prepararle un delicioso platillo, para que lo disfruten en casa. El ser más sublime del hogar se merece lo mejor, por ello le aconsejamos una riquísima milanesa, pero no cualquiera, sino una parmesana con su "toque original".

Para la carne. Lo mejor de la milanesa es la carne, es por ello que en el restaurante "Q' Milaneza" aconseja dejar la pechuga de pollo con el huevo batido y el ajo por lo menos media hora, "masajeando para que el ajo le dé textura a la carne", explicaron los cocineros especialistas en milanesas.

Para la salsa blanca. El aderezo especial para la milanesa requiere colocar la leche con la mantequilla en una olla y se espera a que hierva, mientras en un vaso se añade 5 cucharadas de maicena diluidas en un poco de agua, que se debe añadir a la leche cuando ya está hervida.

Ojo con la salsa. El secreto para una buena salsa blanca es que "mientras más delgado sea el chorro del agua con maicena, más espesa se hará la salsa", indicaron los cocineros.
Para la milanesa parmesana. A la milanesa de pollo frita se le añade la lonja de jamón y de queso, más la porción de choclo y se la coloca en el horno por unos 20 minutos hasta que todo quede derretido.

Los acompañantes. Unas papas fritas, arroz blanco, con ensalada o puré son los complementos perfectos para la milanesa parmesana. Servir el plato caliente y... ¡buen provecho!.

Receta
Ingredientes

• 1 pechuga de pollo
• 1/2 diente de ajo
• 2 huevos
• 250 gramos de pan molido
• 1 litro de leche
• Maicena
• 1/2 cuchara de mantequilla
• 1 lonja de jamón
• 1 lonja de queso muzarella
• Un puñado de choclo
• Sal y condimentos al gusto

Preparación
Para la milanesa se filetea la pechuga de pollo quedando como un bife, luego agregarle la sal y condimentos. En un bowl aparte batir el huevo con el ajo, para luego incorporar la carne de pollo y dejarla por unos minutos. Luego el mismo filete se lo debe pasar por el pan molido, dándole unos golpecitos para que este se adhiera al pollo. Hay que dejar en claro que se debe apanar muy bien, puesto que luego se lo vuelve a pasar por el bowl con huevo, para luego freírlo. Reservar hasta que la salsa y los demás ingredientes estén listos.