Esta innovación recoge lo mejor y más representativo de la tierra natal de cada una de ellas, según explicó la creadora del plato, Cristina Gonzáles.
Una porción del tradicional majadito es el aporte inspirado por la generala cruceña, Lili Cortez, otra porción de quinua va por la generala paceña Cristina Cerruto, y la inspiración valluna, de Gina Catacora, incorpora cinco porciones más -picante mixto con pollo criollo, conejo lambreado, chicharrón y laphin.
Además de la síntesis gastronómica de las tres regiones del país, el plato se distingue por las tres estrellas en rojo, amarillo y verde que son moldeadas en pimentones y colocadas en una charretera de queso.
La innovación es servida en un “ch’illami” (vasija redonda de mediana dimensión) y tendrá un costo que oscile entre los 60 y 70 bolivianos. “Estamos todavía viendo qué precio fijarle”, dijo Gonzáles.
Oficiales de las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana recibieron con beneplácito este homenaje culinario y participaron ayer en el acto oficial de presentación en ambientes de la Gobernación del departamento.
Quienes deseen degustar de la creación de la familia Gonzáles sólo deben dirigirse al restaurante Chernobyl, ubicado al suroeste del municipio de Quillacollo.
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