Utilizar la cocina para combatir el estrés y la ansiedad no es algo realmente nuevo. En Estados Unidos, se llamó a esto "Cooking therapy", y mucho se ha hablado sobre sus múltiples aplicaciones.
Los expertos aseguran que cocinar: ayuda a bajar el estrés, perfecciona las habilidades sociales, aumenta la capacidad para planificar y organiza. Divierte y distrae, proporciona una mejor habilidad de la gestión del tiempo, aumenta la autoestima y la satisfacción personal.
Invitar a realizar una receta conjunta a las buenas amigas, los familiares o la propia pareja, es una forma original y divertida de aprender a convivir, relajarse y compartir las tareas. Imagínate el placer de realizar a medias con tu amor los platos que después degustarán juntos. Así, pues, no pierdas la oportunidad de compartir con los tuyos esa estupenda ocasión de divertirse juntos y utilizar la cocina como terapia.
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