La berenjena es rica en aportes para la alimentación y regula el tránsito intestinal.

L os beneficios de las berenjenas no se limitan sólo a su sabor, además de su aspecto brillante, carnosa y compacta; es ligera, digestiva y una gran aliada frente al colesterol. En la cocina también es muy utilizada para diferentes preparaciones culinarias que envuelven al paladar.

cUALIDADES ÚNICAS. La berenjena contiene 90% de agua, pocas grasas, fibra (si se toma con piel) y pocas calorías, por lo que se aconseja en las dietas de adelgazamiento, señala la nutricionista, María Roca. También contienen vitaminas E, A, C, B1, B2 y minerales como hierro, calcio, fósforo y potasio. Además de ácido fólico y fibra.

Fibra anticolesterol. La fibra de la berenjena, aparte de regular el tránsito intestinal, ayuda a rebajar el nivel de glucosa y colesterol de la sangre. Por eso es interesante consumirla entera, con la piel y las semillas, y a ser posible sin que esté excesivamente cocida, sostiene la experta.
No se puede obviar tampoco su aporte de folatos, necesarios para las primeras semanas del embarazo. La berenjena es, asimismo, pobre en hidratos de carbono. Esto, junto a su aporte de fibra, la hace adecuada para las personas diabéticas, aunque no está recomendada para los que tiene problemas cardiacos.

EN TRES VARIEDADES. Existen muchas variedades de berenjenas que se dividen en tres grandes familias según su tamaño y forma: La berenjena oval grande: oscura, épica, campana negra, híbrido ruidoso, mágica negra clásica y belleza negra. La otra es la berenjena alargada: pequeños dedos, inhiban, jim delgado y la última son las berenjenas ornamental: huevo de Pascua.

LA MEJOR ELECCIóN. Para elegir unas berenjenas sabrosas, suaves y tiernas hay que fijarse en la piel: ha de ser brillante, lisa, uniforme y consistente, sin arrugas ni manchas, con el color que le corresponda y el tallo verde.
Para eliminar su leve amargor es preciso cortarla, salarla y dejarla reposar unos 15-30 minutos. Luego se pasa por agua, se escurre y se seca, evita que, al freírla, absorba mucho aceite. También puede rociarse con zumo de limón.
Se puede consumir rebozada, asada, guisada y en ensaladas, entre otros.

berenjenas a la crema. En una sartén ponga un chorro de aceite de oliva y frite dos ajos sin pelar, luego quitar.
A continuación freír las berenjenas peladas y cortadas a rodajitas, sazonadas y pasadas por harina, cuando estén doraditas, póngalas en una fuente para horno, poniendo entre las rodajas el jamón y las gambas. Luego freír una cebolla picadita, hasta que esté tierna y doradita, añadir 2 cucharadas colmadas de harina y remover bien, después añadir la leche, hasta conseguir una bechamel finita y cremosa, sazonar con sal y la pimienta y cubrir las berenjenas.
Espolvorear con queso y poner por encima unas nueces de mantequilla y dejar gratinar (dorar).