Cuando se trata de festejar, nada mejor que las burbujas del champagne!
Durante años el champagne estuvo unido a la idea de euforia y celebración y no podía faltar en ningún festejo importante, pero desde hace varias décadas, los fans de este espumante vino advirtieron que sus burbujas podían aprovecharse para cualquier ocasión, de manera que hoy se ha impuesto como aperitivo. Además, por que su suavidad y alegría predisponen al paladar mejor que otras bebidas o cócteles.
Hay diferentes tipos de champagne (su nombre responde a una “denominación de origen”, es decir, proviene de la una región del norte de Francia donde producen los universalmente conocidos vinos espumosos), nature, extra-brut, seco, demi-sec y rosado, principalmente. No hay que enfriarlo nunca en el congelador, pero se sirve muy frío a una temperatura entre 0 y 5 grados C.
TIP: Ponche de frutas y champagne
Colocar en una ponchera hielo en cubos, fruta cortada en trocitos (frutillas, duraznos, damascos, uvas, frambuesas, cerezas), espolvorear la fruta con azúcar a gusto, rociar con una botella de vino blanco y un chorro de vodka y dejar macerar unos minutos. Justo antes de servir, verter una botella de champagne bien helado, revolver y servir inmediatamente en copas altas distribuyendo la fruta en el fondo y llenando las copas con la mezcla de champagne.
Bocados perfectos Mousses saladas
Si se tendría que describir una mousse, sería una especie de soufflé frío, pero con la diferencia que no requiere cocción en horno, es súper fácil de hacer y extremadamente versátil. Con una dosis de gelatina sin sabor que debe ser imperceptible al gusto, es una buena solución para un menú fresco, que con pocos ingredientes se puede convertir en una entrada fina, liviana y diferente debido a la cantidad de ingredientes a partir de los cuales se puede elaborar. Ideal para servir sola, como acompañamiento o con variedad de tostadas o galletitas como hors d´oeuvres. /
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