4 filetes de trucha
Sal y pimienta: a gusto
Jugo de 1 limón
2 tazas aprox. de harina
3 huevos desligados
1 - 1/2 taza. aprox. pan rallado
1 pocillo de aceite
PARA LA SALSA
1/4 pocillo de aceite de oliva
1 cebolla picada
Sal y pimienta: a gusto
500 cm3 de salsa de tomate
100 grs. de aceitunas negras descarozadas y cortadas en cuartos:
1 cdita hojas de orégano fresco
1 cucharada de hojas de albahaca fresca picada
Ensalada de hojas verdes: a gusto
PREPARACIÓN
SALSA. Verter el aceite en una cacerolita y llevarlo a fuego medio; incorporar la cebolla con una pizca de sal y rehogarla hasta que este transparente.
Adicionar la salsa de tomate y dejar que rompa el hervor: agregar las aceitunas junto con las hierbas y cocinar durante 10
minutos. Retirar la salsa del fuego y reservarla al calor.
FILETES. Condimentar los filetes con sal, pimienta y jugo de limón. Pasarlos primero por harina, luego por los huevos desligados y, finalmente, por el pan rallado. Colocar el aceite en una sartén profunda y llevar al fuego: incorporar el pescado y cocinarlo por todos sus lados. A Retirarlo y escurrirlo sobre papel absorbente. Servir los filetes con la salsa, espolvoreados con hojitas de orégano fresco y acompañados con ensalada de hojas verdes.
Pescado
Estas virtudes se
atribuyen a una determinada familia dentro de los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) de los que la grasa de pescado es muy rica.
El pescado tiene una composición en nutrientes parecida a la de la carne: proteínas de gran calidad, grasas o lípidos, pequeñas cantidades de vitaminas, sales minerales y purinas (principalmente en el azul). Al igual que la carne, no contiene hidratos de carbono y en función de la cantidad de grasa se dividen en pescados grasos (0-2 por ciento de grasa), semigrasos (2-6 por ciento de grasa) y azules (más de 6 por ciento de grasa).
El tipo de grasa más abundante es la insaturada, y en los azules abundan los ácidos grasos de la serie omega-3. Destaca asimismo su contenido mineral de yodo, fósforo y magnesio.
Cabe señalar que algunos peces que se comen con espina, aportan además calcio de fácil asimilación en cantidades significativas (conservas de sardinas, pescaditos fritos, etc.).
El pescado es entre las carnes, el que goza de un prestigio muy bien ganado, es sinónimo de alimento saludable por sus infinitos beneficios para la salud, que van desde la eficacia contra la artritis hasta la prevención de problemas cardíacos.
Pero para que realmente nos haga bien, hay que saber qué especie comprar y cómo prepararlo.
Los pueblos andinos prehispánicos supieron utilizar los residuos de los pescados (huesos, escamas, aletas, cabezas, etc.) como excelentes abonos orgánicos.
La piel de los pescados ha sido utilizada por los pueblos aborígenes del litoral siberiano para confeccionar ropas, las espinas de pescado han sido utilizadas por los seres humanos prehistóricos y por los pueblos hasta hace poco llamados "primitivos" (por ejemplo los inuit) para confeccionar artefactos, en especial agujas de coser.
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