martes, 26 de junio de 2012

El Pan

Ya en la Época Neolítica, un antepasado del hombre conoció de las propiedades de las semillas y de los cereales, y desde ese momento, el pan ha formado parte de la cultura universal del hombre.

Las primeras noticias que se tienen sobre este manjar se remontan a Babilonia y al antiguo Egipto, de hecho se conocen por lo menos hasta quince palabras para designar distintas variedades de panes y de pastelería en Egipto según las variedades de harina, el grado de cocción o los productos que se le añadían, miel, huevos, leche, manteca, fruta, etc.

Desde la antigüedad se han elaborado panes de muchas maneras. Una de las grandes diferencias es la adición de levadura. La acción de la levadura transforma las características de la harina y le da volumen, textura, esponjosidad y sabor al pan. Al pan elaborado sin levadura se le llama ácimo.

Cerca de la mitad de la energía que necesitamos debe proceder de alimentos ricos en hidratos de carbono.

Debido a la creencia de que los hidratos de carbono (presentes en alimentos como pan, pasta, patata, arroz o legumbres), engordan y carecen de importancia nutritiva, su consumo es insuficiente y dista mucho de las cantidades mínimas recomendadas por diversos organismos de salud.

El pan, fuente de ProteÍnas vegetales procedentes del grano del cereal

Fuente de vitaminas y minerales vitaminas del grupo B (tiamina o B1, riboflavina o B2, piridoxina o B6 y niacina)

Fibra. Las variedades integrales y de cereales son las más ricas en fibra.

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