viernes, 17 de agosto de 2012

Cereales Una delicia saludable para empezar el día

Sin excusas, un desayuno nutritivo debe incluir cereales, lácteos y frutas. Estos alimentos ayudan a niños, jóvenes y adultos a recuperar energías después de que su estómago no recibió ningún alimento por al menos unas 8 a 10 horas desde la noche anterior.

“Los cereales contienen mucha fibra que permite a mantener una buena digestión. Además, la primera comida que reciba nuestro cuerpo en el día debe ser la más importante”, dice Boris Calle especialista en nutrición.

El nutricionista aconseja acompañar el cereal con algún lácteo, ya sea leche o yogurt. “El desayuno debe ser variado para no aburrir. Puede consistir en una porción de arroz con leche, una taza de leche natural con pan integral (de trigo o avena), avena o maicena o un buen vaso de api (que contiene maíz)”.

La ingesta de algún tipo de cereal al menos una vez al día es necesaria por la fibra que contiene. Ésta barre las toxinas del intestino, evita las hemorroides y previene la formación de várices.

Los cereales como la avena, maíz, centeno, cebada, mijo y el müsli constituyen un alimento altamente energético compuesto básicamente por hidratos de carbono, en cuya composición entra la mayor parte de los aminoácidos esenciales. Además contienen fibra, minerales y vitaminas que ayudan a cubrir todas las necesidades nutricionales.

Las frutas también son importantes en el desayuno porque transmiten nutrientes como la vitamina C, fósforo, potasio, hierro, fructosa. Algunas contienen fibra.

El primer alimento marca el inicio adecuado de la jornada. Por eso trata de que sea bajo en grasa y rico en carbohidratos.

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