Sal marina, más completa

Una pizca que añade sazón a las comidas, pero su consumo en exceso puede ser perjudicial para la salud. Hablamos de la sal, ese condimento que entre su variedades también presenta la sal marina, una opción con beneficios para el organismo.
El mayor concentrado de minerales que las células necesitan los tiene la sal de mar o sal marina, dice la cosmetóloga, Nancy Eklund, "Se la compara con el suero sanguíneo ya que en el agua de mar están todos los minerales como magnesio, hierro, fósforo, plata, selenio, zinc, yodo, azufre y mucho más", agrega.

Para reponerse. Según la explicación de la experta, al perder minerales el cuerpo y los músculos por deshidratación, crean cansancio, agotamiento físico, psíquico, emocional y mental. "Por ello la importancia de reponerlos y la solución está en aplicar sal marina a los alimentos", enfatiza.

Muchos beneficios. La sal común solo tiene sodio puro, mientras que en la sal marina, Eklund enumera los siguientes beneficios: da energía a los músculos, disminuye la acidez gástrica, estimula la circulación sanguínea, respiratoria, riñones y vías urinarias. Además, el magnesio de la sal marina previene los trastornos del corazón, el fluor fortifica los huesos y los dientes; también tiene gran efecto bactericida y antibiótico; regula los excesos de sodio y potasio, evita las constipaciones, estimula la cura de heridas, problemas menstruales y el bocio e incluso combate el colesterol, la senilidad y cálculos biliares.

Solo lo necesario. En términos estrictos, el ser humano no necesita sal en su alimentación, ya que estos contienen cantidades suficientes de sodio y cloro para completar las necesidades.Recuerde que lo ideal es tomar como máximo 5-6 gramos de sal por día.

1 Sustituir. Reemplace la sal por especias y condimentos para que las comidas no parezcan sosas: pimienta, vinagre, limón, ajo, comino y similares evitarán que se acuerde de la sal y harán más sabrosas las comidas.

2 Ponga un alto. Evite en lo posible las comidas precocinadas: se valen de mucho uso de sal para la elaboración y conservación de estos productos, por ello preste atención a estos alimentos.

3 Medida. Vaya disminuyendo poco a poco la sal que le echa a las comidas. Puede utilizar sobres con medidas y propóngase cada semana utilizar menos sobres de sal. Su paladar se irá acostumbrando.

4 Truco. Que su salero tenga agujeros pequeños hará que inconscientemente eche menos sal al plato. Normalmente se sacude dos o tres veces, entonces a más pequeños los agujeros menos sal caerá.

5 Al comprar. Revise las etiquetas al comprar: puede que no indique que tiene sal, pero busque el contenido en sodio, que es el equivalente. Evite los productos con mayor contenido de sal o sodio.