50 grs. de mantequilla
1 diente de ajo picado
100 grs. Nueces picadas
200 grs. de queso blanco
1 cda. de almidón de maíz
1 taza de leche
150 grs. de ricota picada
2 cdas. de perejil picado
1 cda. sopera de cebolla de verdeo picada
Sal y pimienta: a gusto
PREPARACIÓN
Salsa. Colocar la mantequilla en una cacerola y llevar a fuego medio hasta fundir.
Perfumar con ajo. Incorporar las nueces. Cocinar, mezclando, unos segundos. A Agregar el queso blanco y el almidón de maíz disuelto en la leche. Mezclar continuamente hasta que la salsa espese.
Agregar la ricota y la mitad del perejil y de la cebolla de verdeo.
Salpimentar. Retirar y reservar.
Cocinar la pasta en abundante agua a punto de ebullición con sal, hasta que esté al dente Retirar. Escurrir y mezclar con la salsa. Calentar unos segundos. Retirar y espolvorear con el resto de perejil y de la cebolla de verdeo picada
La ricota
• Es lo mismo que el requesón, queso de leche cuajada o quesillo. Sus propiedades dependerán de la leche que se utilizó para su preparación, su aporte proteico es muy elevado, especialmente en el aporte de aminoácidos esenciales propios del suero lácteo. Tiene poco contenido graso, siendo ideal para personas que desean controlar su peso. También es rica en calcio, casi tanto como la leche y en vitaminas B1, B2 y ácido fólico.
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