PROHIBIDO. A comienzos del siglo XX, la absenta, también conocida como ajenjo, llegó a ser considerada bebida nacional en Francia, pero luego algunos países la prohibieron aduciendo que provocaba alucinaciones, debido a su alto contenido de alcohol, que fácilmente sobrepasaba el 80% de gradación. "Se la conoce también como el 'hada verde' porque producía alucinaciones y llegaba a lugares donde sólo las hadas podían llegar", aclara el bartender Pedro Moscoso. En realidad este fuerte efecto de la absenta está ligado a su alto grado alcohólico, "es más fácil la intoxicación cuando la gente no lo toma con mucho respeto".
UN RITUAL. La absenta no se produce de manera masiva, incluso cada marca tiene su propia gradación, en Bolivia se produce la absenta en Sucre a un precio bastante razonable, una botella de 750 ml cuesta aproximadamente 50 bolivianos. En La Paz se sirve en Etnocafé y en Santa Cruz en Café Lorca, donde el vaso cuesta 30 bolivianos.
El gusto por la absenta tiene mucho que ver con la forma de servirla, que involucra todo un rito. "Se la aprecia como una joya porque es algo para disfrutar en ciertos momentos, sobre todo como after dinner, se sirve en copa cordial de dos maneras, una en su estado puro y la otra con rebaje de agua". Esta última exige la cuchara especial con agujeros tipo colador y un cubo de azúcar, se vierte 1/3 hasta 1/5 de proporción de agua fría a través del azúcar, que pasa por la cucharilla, la mezcla adquiere un color opalescente, la medida habitual de ajenjo o absenta es de una onza.
LA ABSENTA PROTAGONIZA EL RITUAL DEL 'HADA VERDE',
que tiene adeptos entre los artistas, bohemios e intelectuales.
NO SE ACONSEJA INGERIR LA ABSENTA O AJENJO EN
grandes cantidades por su alto contenido alcohólico, ya que supera los 80 grados.
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