P ese a su mala fama por ser un alimento que provoca el exceso de esos kilitos, la papa además de ser la primera comida de los bebés, contiene vitamina C, potasio y magnesio y se recomienda cocerla al vapor, sino pierde sus vitaminas en el agua.
Este tubérculo que es originario del continente americano cuenta con más de 200 variedades, se clasifican por su color de piel y de carne, por sus yemas y por su forma y tamaño, explica la nutricionista María Roca.
SUS PROPIEDADES. Es el segundo alimento más consumido en el mundo. Muchas de sus propiedades se encuentran en la piel, por lo que si se tienen papas nuevas, merece la pena cocinarlas con ella.
Contiene un 82% de agua, pero muchas calorías, proteínas, almidón, fibra y glúcidos. Es recomendada para eliminar ojeras, ojos cansados o hinchados (rodajas de patata de uso tópico), problemas hepáticos, estomacales (por su poder antiácido). También elimina quemaduras, torceduras, moretones y cicatriza heridas (de uso tópico).
EL MITO DE ESOS KILITOS. Desde hace mucho tiempo, se considera que la papa es un alimento que engorda, lo que se ha demostrado científicamente que no es cierto, señala la experta ya que es la forma en la que se consume la que produce exceso de calorías. Por ejemplo, cuando se consume frita, con mantequilla, mayonesa o combinada con alguna harina. Sin embargo, si la consumes asada o acompañada de vegetales frescos, no engorda y, además, es una fuente rica de energía.
EL PROCESO DEL CONSUMO. Roca propone conocer cómo manipular las papas, para aprovechar así sus mejores virtudes en favor de una buena alimentación y nutrición.
La temperatura ideal para su conservación está entre los 3 y 6 grados centígrados y sin humedad.
Cuando la papa se lava mucho, pierde una parte del almidón que contiene, por ser muy soluble en agua, pero es preferible enjuagarlas como hacemos con otros vegetales para precaver la aparición de enfermedades. Ahora bien, si se pela, la pérdida de este almidón se incrementa, por eso es conveniente pelarla siempre después de hervirla, de esa manera aprovechamos mejor la papa, pues mantiene la mayor cantidad de vitaminas, concentradas en la zona posterior a la cáscara y es menor la cantidad de almidones que se pierden.
Cuando las papas se cocinan al horno con la piel, se cuecen después de lavarlas y secarlas, se pinchan con un tenedor para evitar que se revienten durante la cocción. Se puede hacer de casi de todo. Freír, hervir, hacer al vapor, asar, hacer sopas, purés, estofados, ensaladas, solas o como acompañamiento.
Este tubérculo que es originario del continente americano cuenta con más de 200 variedades, se clasifican por su color de piel y de carne, por sus yemas y por su forma y tamaño, explica la nutricionista María Roca.
SUS PROPIEDADES. Es el segundo alimento más consumido en el mundo. Muchas de sus propiedades se encuentran en la piel, por lo que si se tienen papas nuevas, merece la pena cocinarlas con ella.
Contiene un 82% de agua, pero muchas calorías, proteínas, almidón, fibra y glúcidos. Es recomendada para eliminar ojeras, ojos cansados o hinchados (rodajas de patata de uso tópico), problemas hepáticos, estomacales (por su poder antiácido). También elimina quemaduras, torceduras, moretones y cicatriza heridas (de uso tópico).
EL MITO DE ESOS KILITOS. Desde hace mucho tiempo, se considera que la papa es un alimento que engorda, lo que se ha demostrado científicamente que no es cierto, señala la experta ya que es la forma en la que se consume la que produce exceso de calorías. Por ejemplo, cuando se consume frita, con mantequilla, mayonesa o combinada con alguna harina. Sin embargo, si la consumes asada o acompañada de vegetales frescos, no engorda y, además, es una fuente rica de energía.
EL PROCESO DEL CONSUMO. Roca propone conocer cómo manipular las papas, para aprovechar así sus mejores virtudes en favor de una buena alimentación y nutrición.
La temperatura ideal para su conservación está entre los 3 y 6 grados centígrados y sin humedad.
Cuando la papa se lava mucho, pierde una parte del almidón que contiene, por ser muy soluble en agua, pero es preferible enjuagarlas como hacemos con otros vegetales para precaver la aparición de enfermedades. Ahora bien, si se pela, la pérdida de este almidón se incrementa, por eso es conveniente pelarla siempre después de hervirla, de esa manera aprovechamos mejor la papa, pues mantiene la mayor cantidad de vitaminas, concentradas en la zona posterior a la cáscara y es menor la cantidad de almidones que se pierden.
Cuando las papas se cocinan al horno con la piel, se cuecen después de lavarlas y secarlas, se pinchan con un tenedor para evitar que se revienten durante la cocción. Se puede hacer de casi de todo. Freír, hervir, hacer al vapor, asar, hacer sopas, purés, estofados, ensaladas, solas o como acompañamiento.
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