martes, 14 de junio de 2011

El Kiwi es una fruta de estación que trae envuelto un sinnúmero de beneficios y nutrientes para la salud

El kiwi no sólo es un fruto original en nombre y aspecto, es también importantísima fuente de vitamina C y minerales como el sodio, el potasio o el fósforo que lo convierten en una de las frutas más sanas y con más propiedades del mercado, sobre todo en esta temporada invernal en la que ya comienzan a ganar su espacio y a sobresalir entre las frutas que se exponen en los puestos de ventas de la ciudad.
El kiwi es de por sí un antioxidante, por lo que se le atribuyen propiedades rejuvenecedoras ya que aumenta las defensas del organismo. Otra ventaja es que estimula la memoria, es laxante y ayuda a eliminar los parásitos intestinales, explica el nutricionista Juan Velarde.

SABOR ÚNICO. Aunque existen más de 400 especies, la más consumida es la Hayward, que es del tamaño de un limón, tiene cáscara café, vellosa y firme, y su pulpa es verde, suave y jugosa, salpicada de pequeñas semillas color oscuro. Por cierto, debido a su aspecto exterior, los neozelandeses dieron al fruto el nombre kiwi, pues les recordó a pequeña ave corredora y nocturna oriunda de esa isla de Oceanía.
Es un fruto de invierno, siendo ésta una ventaja al permitirle mantenerse en buen estado durante más tiempo. También proporciona cantidades importantes de fibra soluble, que ayuda a normalizar los niveles de colesterol y facilita el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento.

VALOR CULINARIO. El kiwi se puede consumir crudo o en ensaladas, pues se lleva muy bien con frutas como la naranja, plátano, piña. En ensaladas y cocteles con aguacates y lechuga y en guisos de carne. También se utiliza en repostería para preparar tartas, pasteles y helados a los que, aparte de un sabor delicioso y exótico, les da colorido.

CONSEJOS PARA consumir. El sabor del kiwi se disfruta plenamente cuando se encuentra maduro, esto es, cuando cede a la presión suave, como un durazno, se deja pelar con facilidad y despide aroma fragante. Si se consigue todavía verde, hay que dejarlo a temperatura ambiente entre 3 y 5 días para que madure, y para acelerar el proceso se le puede introducir en una bolsa de papel junto a una fruta como manzana o pera, que despiden etileno, gas que ayuda a acelerar el proceso de maduración. Una vez en su punto, los frutos se pueden consumir o conservarse en el refrigerador. En cambio, si se desea mayor duración, pueden almacenarse dentro del refrigerador en bolsas de plástico con pequeñas perforaciones para que respire la fruta a fin de que se disminuya la pérdida de humedad; así, pueden conservarse hasta tres semanas. En ninguno de estos dos casos se pierden las propiedades del fruto, ya que la piel protege la pulpa del aire. Cuando se muestra difícil de pelar lo mejor es cortarlo transversalmente por la mitad, de modo que es sencillo comerlo con cucharita y agradable en su presentación para niños y ancianos, quienes resultan muy beneficiados por su consumo. También el kiwi puede utilizarse como ablandador, basta con frotarlo sobre la carne (sin cáscara, desde luego), y dejarla descansar durante 30 minutos antes de cocinarla.

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