1 pollo cortado en presas, (de aproximadamente 1,7 kg), sal y pimienta a gusto, 1/2 pocillo de aceite, 2 dientes de ajo picados, 3 cucharadas soperas de ciboulette picada, 100 grs. de champiñones (hongos), 1/4 litro de vino blanco seco, 3 cucharadas soperas de extracto de tomate, 1 cubo de caldo de gallina, 1/4 litro de agua caliente, 1 taza de aceitunas negras descarozadas. Para acompañar: arroz blanco a gusto (opcional)
PREPARACIÓN
Condimentar las presas de pollo con sal y dorarlas por todos sus lados en una cacerola con el aceite.
Retirarlas y reservarlas.
En la misma cacerola, colocar los ajos, la ciboulette y los champiñones, y saltearlos, mezclando continuamente, durante algunos minutos. Adicionar el vino, el extracto de tomate y el cubo de caldo disuelto en el agua caliente.
Incorporar las presas de pollo, tapar la cacerola y cocinar a fuego suave durante aproximadamente 20 a 30 minutos, o hasta que el pollo esté cocido y tierno.
Adicionar las aceitunas y mezclar. Retirar la preparación del fuego y servirla sola o acompañada de arroz blanco.
La aceituna
La aceituna de mesa tiene todos los aminoácidos esenciales perfectamente equilibrados y una importante cantidad de minerales como el calcio y el hierro y vitaminas como la provitamina A, vitamina C y la tiamina.
También se destacan por estimular los procesos digestivos y aporta fibra a nuestro organismo. Su aporte calórico es de cada 100 grs. 150 calorías.
• Las aceitunas, tanto las verdes como las negras, aportan calcio al organismo -mineral esencial para la formación de los huesos- en una proporción muy elevada con respecto al fósforo, lo cual es de interés desde el punto de vista del equilibrio calcio-fósforo de todo régimen alimentario, que con frecuencia es mucho más rico en fósforo que en calcio. La relación calcio-fósforo ideal se sitúa alrededor de 1 en los niños y alrededor de 0,7 en los adultos.
• En las aceitunas las grasas se forman a expensas de los azúcares y los prótidos, de los que son más ricas las aceitunas verdes, pero éstas son menos digestivas que las negras.
• El fuerte sabor de las aceitunas favorece la secreción de jugos salivares y gástricos. Es por ello una buena práctica el consumirlas como aperitivo.
• El aceite de oliva que tiene la aceituna, desempeña un papel muy favorable en el aparato digestivo al retener los alimentos por cierto tiempo y regularizar la evacuación del estómago.
Además tiende a disminuir algo la acidez del jugo gástrico y también facilita y regulariza la evacuación del contenido intestinal.
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