Tenga siempre la plancha bien limpia, evitará que se quemen restos anteriores de alimentos y que la comida sepa a otros alimentos.
Cuide la intensidad del fuego. Los alimentos más duros o más gruesos conviene cocinarlos a fuego más bajo o lento para que hagan también por dentro. En cambio, los alimentos más finos o suaves hay que hacerlos con un fuego más alto o vivo para que queden con un sabor casi a parrilla.
No corte o pinche el alimento. Si pincha o hace muchos cortes en el alimento para que se cocine más rápido puede perder los jugos que contiene y quede muy seco. Un truco es ponerle unas gotitas de aceite (y el condimento que le guste) directamente sobre el alimento y no sobre la plancha. Añadir la sal en el último momento. Con esto ayudará a que quede todo más jugoso./
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