COPA
La elección de la copa es fundamental, así como su lavado: el recipiente debe ser de cristal fino (transparencia absoluta y totalmente incoloro) y tendrá además el diámetro de la boca inferior al del cuerpo para así poder retener los aromas del vino.
El tamaño deberá ser suficiente para poder agitar el vino de forma natural sin verter el líquido. Además, debe tener piernas y pie para que el catador la tome de esta parte y no del cuerpo, evitando calentar el vino con las manos.
LIMPIEZA
Se debe realizar con agua, sin detergentes aromáticos. Se secarán con servilletas (sin olor ni perfume). La idea es dejarlas secar boca abajo para evitar olores.
¿CUÁNTO SERVIR?
Cuando el vino se coloca en las copas su temperatura sube rápidamente cambiando sus cualidades. Para evitar que el sabor y el aroma se vean afectados de forma dramática, solo se debe servir hasta menos de la mitad de la copa. De esta forma las personas podrán moverla sin derramarla.
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