Es que la comida en la noche debe ser precisa y en el horario correcto.
“Se sugiere evitar cenar e inmediatamente irse a la cama. Ojalá la cena sea dos horas antes de ir a reposar y las porciones, moderadas”, recomienda una nutricionista.
Pero, señala que para tener un buen dormir se deben evitar una serie de alimentos, entre los que menciona están los que contienen mucha fibra, porque aceleran la digestión y pueden producir incomodidad durante la noche.
“Al igual que los alimentos muy condimentados o flatulentos como legumbres (el repollo, rábanos), los helados por su aporte en lactosa que también produce gases”, afirma.
Advierte que si bien el celery estimula su eliminación, se convierte en un vegetal inadecuado para consumirlo en la noche ya que es un diurético natural, que puede causar idas y venidas al baño, interrumpiendo el sueño con bastante frecuencia.
Continúan la lista negra, el café, alcohol, las frituras y excesos de sal. Esto porque mantienen demasiado ocupado al sistema digestivo hasta altas horas de la noche.
Mientras que las pastas quedarán casi condicionales en el menú nocturno. Se aconseja revisar el tamaño de la porción y la salsa que las acompañan.
“Hay que preferir los fideos largos a los cortos. Los cocinados al dente, en lugar de los recocidos y los con salsas livianas, en vez de las con mucho quesos cremas y aliños”, señala.
La nutricionista recuerda que el organismo funciona y requiere las 24 horas de nutrientes, por eso es necesario cenar al igual que desayunar, almorzar o comer alguna merienda. “Ideal comer cada tres o cuatro horas partiendo desde el desayuno y así hasta llegar a la hora de la cena. En cambio, muchas personas viven apuradas y no siempre se dan el tiempo para alimentarse en forma fraccionada”, comenta.
Y como consecuencia, deduce, en la noche se llega a casa a comer lo que se encuentra, “desatando sus deseos de deleite alimentario hasta quedar literalmente satisfecho”. Por tanto, se establece que los hábitos desordenados no favorecen la salud, ya sea comiendo en exceso o en déficit a cualquier hora.
Alimentos apropiados:
El plato debe ser ligero y equilibrado, pero “con una buena cantidad de hidratos de carbono para que se produzca más serotonina, lo cual tiene un efecto calmante de cara al sueño y éstas a su vez, deben ir acompañadas de muy pocas proteínas”, afirma.
En ese contexto, los platos que califican para cenar son: cremas de verduras; sopas, guisos, estofados, pollo guisado; pescados al horno o a la plancha con arroz, papas cocidas y/o vegetales salteados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario