sábado, 6 de octubre de 2012

Cerdo

Los principales mitos o temores en torno a esta sabrosa comida son que aporta un alto contenido de grasas y colesterol a la dieta y que puede transmitir enfermedades a los humanos, como la triquinosis.

Pero esto no es tan así. Por el contrario, el cerdo puede ser una importante fuente nutricional que aporta proteínas al organismo y resulta tan saludable como otras carnes, ya sean rojas o blancas.

Lo que parece estar demostrado es que la grasa de cerdo es una de las mejores, dentro de las grasas animales, al tener mucho en común con el aceite de oliva. En concreto, casi el 50 por ciento de la grasa de cerdo es monoinsaturada, del tipo del ácido oleico, el del aceite de oliva, con virtudes muy demostradas elevando el colesterol “bueno, el HDL, y bajando el colesterol perjudicial, el LDL. Respecto al colesterol total el aporte de colesterol de la carne de cerdo es inferior a otras carnes como la de vacuno o cordero.

A esto podemos añadir el alto aporte de nutrientes, sobre todo proteínas de alto valor biológico y minerales y vitaminas, que hacen que la carne de cerdo sea una de las mejores desde un punto de vista nutricional, junto con la de aves (sin piel), y la de conejo.

Por supuesto, hay grandes variaciones en el porcentaje de grasas y en su tipo, según la edad del animal y la parte del mismo que se trate.

TodavÍa existen diversos prejuicios relacionados con comer carne de cerdo, a pesar de ser la de mayor consumo a nivel mundial.

Hay que destacar las cantidades de proteínas que nos brinda necesarias para un correcto desarrollo muscular.

Rica en hierro absorbido rápidamente por el cuerpo, pues se trata de un mineral necesario para mantener una buena salud general.

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