Esponja: ½ sobre levadura en polvo, 2 tazas harina, 1 y ¼ taza agua, 1 cdita azúcar. Masa: ½ sobre levadura instantánea, 1 y 1/2 taza harina, 1 y ½ cdita sal, 1 cdita azúcar negra o de miel y 2 cdas aceite. Para la cocción: 1 cdita bicarbonato y 1 azúcar negra en abundante agua para hervir. 1 huevo batido para pintar y semillas para espolvorear a elección: sésamo, lino, girasol, amapolas.
PREPARACIÓN
Preparar la esponja: en un bol mezclar la levadura, harina, agua y azúcar. Tapar con film y dejar descansar por
2 horas o hasta que doble
el volumen del tamaño inicial.
En el mismo bol agregar la levadura adicional, la harina restante, la sal y el azúcar o la miel, mezclar bien. Agregar el aceite y mezclar.
Amasar 10 minutos o hasta que la masa quede elástica y
lisa. La masa debe ser firme pero de una textura agradable.
Dividir la masa en 6 porciones para hacerlos grandes o en 10 para hacerlos medianos. Hacer bollos y con el dedo pulgar hacerles un agujero en el medio y estirar este hasta que tenga un diámetro de 3 cm.
Colocarlos sobre una plancha enmantecada separados entre sí. Cubrirlos con un repasador apenas húmedo y dejar reposar por 20 a 40 minutos.
Mientras poner a hervir agua en una cacerola junto con el bicarbonato y el azúcar, calentar una sartén antiadherente y precalentar el horno a fuego fuerte.
Sellarlos en la sartén por 30 a 40 segundos de cada lado. Luego, hervirlos por 1 minuto de cada lado.
Con estos pasos se logra que durante el horneado se forme una capa crujiente por fuera y estén blanditos por dentro.
Ponerlos en una placa con papel manteca. Pintarlos con huevo batido y espolvorearlos con semillas. Cocinar por 20 a 25 minutos o hasta que estén bien dorados.
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