El consumo de verdura de hoja verde puede contribuir a estimular la producción de células que protegen el sistema digestivo de diversas enfermedades como el cáncer, según un estudio de científicos australianos.
Los investigadores descubrieron que estas células inmunológicas, llamadas linfoides innatas (ILC), se encuentran en la capa que recubre el sistema digestivo y protegen al intestino de las bacterias “malas”. Los científicos creen que las ILC juegan un papel importante en el control de las alergias a los alimentos, enfermedades inflamatorias, previenen la obesidad e incluso el desarrollo de cáncer intestinal.
Células. En el estudio, también se descubrió que el gen denominado T-bet es clave para la producción de estas células inmunológicas, esenciales para mantener el balance entre la inmunización, la inflamación y la tolerancia, así como su respuesta a estímulos generados por los alimentos que consume el organismo.
Las ILC, se enfatizó, son esenciales para la vigilancia inmunológica del sistema digestivo y que es la primera vez que se identifica a los genes responsables de la producción de estas células linfoides innatas.
Según el estudio, las proteínas presentes en la verdura de hoja verde o crucíferas como el brócoli interactúan con los receptores superficiales que activan el T-bet y pueden ser claves en la producción de las ILC, que producen, además, una hormona que ayuda a reparar el epitelio, o conjunto de células que recubren el intestino.
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