• 1 solomillo de cerdo
• 1 c/p de lemon grass en polvo
• 1 c/c de romero
• 1 c/c de pimienta
• 1/2 c/c de cilantro en grano
• 1/2 c/c de pimienta negra
• Sal, aceite de oliva virgen extra
• 2 dientes de ajo
• 140 gramos de vino tinto
• 30 gramos de mostaza antigua
• 40 gramos de miel
Preparación
Prepara las especias con las que aromatizar el solomillo de cerdo, hay que convertir en polvo el romero, la pimienta y el cilantro, mezclándolas también con el lemon grass en polvo y la pimienta negra recién molida. No frotamos la carne con las especias previamente para que no se quemen.
Limpiar la grasa del solomillo, secarlo bien y marcarlo en una plancha o sartén amplia (entero) con un poco de aceite de oliva virgen extra. Dorar de forma homogénea y condimentar con sal y las especias antes indicadas.
Cuando el solomillo esté dorado y aromatizado, retíralo y reserva en un plato. En la misma sartén, reduciendo el fuego y dejando que pierda algo de temperatura, incorpora el ajo previamente pelado y picado, deja que tome un poco de color y añade el vino, la mostaza, la miel y sal. Mezcla bien y cocina a fuego medio-bajo para que vaya reduciendo.
Si se quiere un término más cocido de carne, poner el solomillo cuando a la salsa de vino le falten unos 10-15 minutos. Una vez que el solomillo esté hecho y la salsa parezca un jarabe e impregne la carne en todo su contorno, retira del fuego.
Deja reposar unos minutos la carne. Cortar el solomillo en rodajas gruesas y servirlas al lado de la ensalada, pintando una lágrima de salsa de vino, mostaza y miel. Sirve enseguida y ¡buen provecho!
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