Los carnavales preludian la Cuaresma. Pero antes de pasar a esas semanas de privación, la sociedad se sume en días de festejo en los que la gastronomía es de todo menos escasa. Esta fiesta se remonta siglos atrás. Se trata de una fiesta de origen cristiano que se celebra antes de que comience la Cuaresma. Los cuarenta días antes de la Pascua de Resurrección, los cristianos debían preparar su cuerpo y su mente para recibir a Cristo en base a abstinencia en su quehacer diario y, por supuesto, en la gastronomía. Esta época de privación también incluía la prohibición de comer carne los viernes.
Por ello, antes de someterse a esta escasa alimentación y rígida forma de vida, los ciudadanos necesitaban un periodo de liberación, de fiesta y de poder disfrutar de los placeres culinarios.
Hoy en día permanece la costumbre de la comida en familia, que se respeta a pesar del incremento acelerado del ritmo de algunas de nuestras ciudades.
En casi todos los rincones del país se celebran los carnavales y con ellos, se disfruta de platos y recetas singulares.
Algo típico de la gastronomÍa de esta fiesta es la abundancia de deliciosas recetas pasadas de generación en generación
No hay comentarios:
Publicar un comentario