La merienda es un alimento intermedio entre el desayuno y el almuerzo alrededor de las 10:00 de la mañana, o entre el almuerzo y la cena alrededor de las 4 de la tarde.
Existe el conocimiento popular errado de que se debe reducir o suprimir alguna comida para combatir el sobrepeso u obesidad. Esto afecta la ingesta de las meriendas, por ser consideradas como comidas sin relevancia, por lo que habitualmente son las primeras en desaparecer de nuestra dieta. Y es aquí cuando las personas por la ansiedad y hambre ingieren supuestamente pequeños dulces o caramelos dañando por completo su cuerpo.
Los principales problemas comienzan cuando al eliminar la merienda de nuestra alimentación se ingieren alimentos durante esas horas, en especial aquellos con un elevado aporte de grasas saturadas y azucares, lo que en cierto modo favorecen la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras patologías asociadas a una alimentación desequilibrada.
- Niños y adolescentes:
La merienda es aconsejable en niños y adolescentes. En los niños, su aparato digestivo todavía está en pleno período de maduración y desarrollo con lo cual su organismo no está suficientemente preparado para estar muchas horas sin comer. Si a esto se suma el aumento de actividad en estas edades, se puede comprender la importancia de esta ingesta.
- Embarazadas y madres lactantes
La merienda cobra un especial protagonismo en las embarazadas y en las madres lactantes, teniendo en cuenta que las necesidades nutricionales se ven aumentadas.
- Ancianos
En personas de la tercera edad la merienda entrega al organismo los nutrientes que evita que el aparato digestivo lleve a cabo digestiones lentas y pesadas, ya que a estas edades la capacidad digestiva es menor.
¿Qué debo Merendar?
Las meriendas más recomendables son las frutas, lácteos, cereales y frutos secos. La merienda debe incluir alimentos variados y ricos en nutrientes, no comida chatarra, muy elaborada, ni frita.
Consultas: Telf: 5210229 – Cel. 60413300
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