• 1 taza de quinoa
• 2 tazas de agua
• 4 ó 5 planchas de algas nori
• Vegetales varios (pepino, morrón, zanahoria, palta, etc.) o frutas (melón, mango, durazno, ananá, etc).
• Salsa de soja
• Vinagre de arroz o cualquier tipo de vinagre
• Sal, azúcar, sake (opcional)
• Esterilla de bambú (opcional)
• Wasabi (opcional)
PREPARACIÓN
Revisar que la quínoa no tenga ninguna impureza. Lavarla hasta que el agua salga transparente. Dejar en remojo durante 30 minutos o 1 hora. Hervir durante 10 a 15 minutos hasta que se ablande y volver a lavar con agua fría. De ser necesario aplastar o procesar la quínoa para que quede más consistente para evitar que el sushi se desarme. Colocar la quínoa en una fuente plana y echarle la mezcla de 3 cucharadas de vinagre, una de sake (se puede reemplazar por más vinagre), una cucharada de azúcar y una cucharada de sal y mezclar suavemente. Dejar enfriar hasta que esté a temperatura ambiente.
Cortar los ingredientes del relleno en tiras. Apoyar una plancha de alga nori con el lado brillante hacia abajo sobre la esterilla de bambú. Poner una capa fina de quínoa sobre el alga dejando un espacio de 1 a 2 cm en uno de los bordes laterales. Poner las tiras de relleno a lo largo en el medio del cuadrado. Enrollar con ayuda de la esterilla y mojar con un poco de agua el borde sobrante sin quínoa para cerrar el arrollado. Armar el resto de los arroyados, enrollarlos en papel film y guardarlos en la heladera para que se enfríen.
Al momento de consumirlos, cortar los maki a lo largo cada aproximadamente 2cm con un cuchillo filoso mojado en agua tibia.
Acompañar con salsa de soja y wasabi a gusto.
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