Como otros años, la población acudió a degustar los siete sabores del tradicional plato típico de los potosinos, hicieron filas en busca del sabor de su preferencia.
La especialidad de la lagua de chuño, trigo, la jankaquipa y la jarwi lagua se vendieron a cinco Bolivianos, mientras que los sabores de quinua, choclo y kalapurka tenían un costo de siete Bolivianos Los comensales hicieron filas en todos los puestos.
Como estaba anunciado, los estudiantes de Etnoturismo del Instituto Portocarrero prepararon las mesas y sirvieron el producto caliente en platos de barro con cuchara de palo, acompañado del mote blanco y la riquísima llajua.
El docente de la materia de gastronomía, Francisco Aguirre, comentó que la feria alcanzó el éxito deseado, se cumplió el deseo de rescatar y revalorizar la tradicional lagua como uno de los platos preferidos de los potosinos. Agradeció la asistencia de la población que acudió al llamado del Instituto a la actividad gastronómica tradicional.
Muchos comensales pidieron que la feria se desarrolle por lo menos en dos ocasiones en el año, otros sugirieron que los restaurantes de la ciudad lo vendan en diferentes ocasiones y que sea una propuesta culinaria para los turistas.
El historiador Walter Zavala dio lectura a los antecedentes y la historia de la lagua.
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