Aprendió el arte de cocinar desde niña gracias a su abuelita, quien preparaba distintos platos criollos en sector general del Estadio Félix Capriles.
Luego, su madre fue quién heredó el trabajo. No guardó ningún secreto a la hora de enseñarle el mismo oficio a Ruth y a sus nietas.
Primas tías y sobrinas también llevan en la sangre el amor por la cocina.
Ruth confiesa que en casa de los Pessoas todos son golosos. Por eso es que todos cocinan rico.
Si algún miembro de la familia tiene un evento, todos ayudan.
Un ejemplo de ello es que para presentarse en alguna feria o evento gastronómico (estos pueden ser eventos en colegio, bodas , carreras de motos ) se necesita un aproximado de 10 persona para cubrir toda la logística que se requiere.
Felicidad Soto, 67 años, (la mamá) es quien da el visto bueno a todas las preparaciones y la encargada de la sazón. El resto de la familia va turnándose en los quehaceres de la atención al cliente, hacen de meseros, lava platos, cajeros, cocineros y otros.
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