lunes, 18 de julio de 2011

La compatibilidad de los alimentos

Hemos llegado a un tiempo, donde la alimentación que nos ofrece el mercado es variada; así por ejemplo encontramos puestos de venta de jugos de frutas, desayunos y variedad de platos. Es en esta multitud de variedades, donde debemos dejarnos llevar por la razón y la lógica, ya que si mezclamos de todo, nuestro organismo reaccionará con un sinnúmero de manifestaciones; dolores de cabeza o migrañas y jaquecas, diarreas, fermentación en el estómago, debilidad y cansancio al caminar, etc.

Las frutas, verduras, hortalizas, cereales, legumbres, tubérculos, oleaginosas y productos naturales como la miel de abeja, jugo o agua de coco, nos proporcionan a los seres humanos, sobre todo a los niños y niñas una alimentación nutritiva, exquisita sana y vigorizante que aumentará las defensas del organismo. Sin embargo es imprescindible conocer que estos alimentos son saludables cuando se los consume conociendo la compatibilidad, porque la incompatibilidad de los alimentos es la causa de muchos malestares y enfermedades.

Una experiencia personal, que quiero compartirla, cuando fuimos al sector de Río abajo, enero, una época llena de frutas, peras, tunas y duraznos, comimos peras hasta saciarnos. Inmediatamente nuestra merienda fue plato paceño. Los efectos no se dejaron esperar, el estómago se llenó de gases intestinales, un fuerte dolor de estómago y dificultad para respirar. ¿Cuál la causa? La mezcla de un alimento dulce como la pera y queso salado. Estas experiencias y muchas otras no enseñan que frutas y verduras nunca se deben comer juntas, pues son incompatibles produciendo fermentación en el estómago y provocando indigestión. Una buena alimentación no depende de comer mucho y de todo, sino de proporcionar al organismo alimentos compatibles para una buena digestión y asimilación. Por ejemplo no se puede comer frutas y verduras que son comidas dulces y saladas.

Existe una mala costumbre de acompañar a las comidas con refrescos o gaseosas dulces es preferible consumir agua. En este hecho el organismo lo primero que asimila son los líquidos y posteriormente los sólidos, provocando desfases que pueden desembocar en acidez estomacal, gastritis y posteriormente úlceras. No olvidemos que existe una estrecha relación entre el cerebro y el aparato digestivo. ¿No hemos sentido alguna vez una segregación de saliva al ver alimentos suculentos? Por tanto los sentidos como la vista, el olfato y el gusto activan el sistema nervioso y el organismo se prepara para dar inicio al proceso de digestión. Por esta razón no es bueno masticar chicles, porque la masticación envía un mensaje al sistema nervioso y este al estómago para que segregue los jugos gástricos necesarios, sin embargo el alimento nunca llega, porque el chicle no ingresa al estómago, provocando con seguridad formación de gases o gastritis.

Una buena combinación de alimentos:

• Los cereales como el trigo, maíz, avena, arroz, incluyendo a las nueces, almendras y maníes, son compatibles con frutas. Un buen desayuno de cereales se acompaña muy bien con manzanas o frutas secas como higos, pasas, orejones o ciruelas.

• Las legumbres como los porotos arvejas, lentejas, garbanzos y todo lo que viene en vaina, se puede comer con verduras, más no con frutas.

• Las papas, batatas, cebolla, zanahoria, ajo, etc., se pueden combinan con verduras y cereales, más no con frutas.

• Las verduras como el repollo, lechuga, acelga, espinaca, apio, etc., combinan muy bien con cereales, legumbres y tubérculos.

• Le leche es compatible con cereales, papas y frutas. El “peske” es un plato muy conocido en nuestro medio que consta de un puré de quinua con leche o un puré de papas. Avena o arroz con leche debería ser el alimento diario de los niños. Un jugo de plátanos, papaya y leche es sabroso y nutritivo, pero se recomienda no usar azúcar, la fructuosa o azúcar de las frutas, basta. La leche con azúcar es incompatible y no debe usarse nunca, porque produce trastornos orgánicos y fermentación en el estómago de ahí el mal aliento y la formación de gases. En lugar del azúcar se debería usar miel de abejas, miel de caña o chancaca. La miel es un alimento sano, nutritivo que contiene muchas vitaminas y para algunos casos se utiliza como antiséptico, ya que desinfecta las heridas.

• No es compatible mezclar alimentos fríos y calientes. Si es frío, el organismo es sabio, empezará a calentar el alimento para empezar la digestión, desgastando energías vitales, si el alimento está muy caliente, el estómago se dará su tiempo hasta alcanzar la temperatura necesaria para el inicio de la digestión.

Recomendación importante

Una permanente recomendación que hacemos es tratar de consumir los alimentos no muy cocidos, porque pierden su valor nutritivo. Parecería que el planeta tierra fuera un gran hospital, porque padecemos de todo y pensamos que la salud la compraremos en la farmacia de la esquina. La mejor medicina está en la propia naturaleza. Solamente basta observar nuestros alimentos, ¿No ha salido todo de la tierra? Si. Todo sale de la tierra, allí están los nutrientes necesarios, pero no solo eso, la multitud de colores, formas y aromas que nos ofrecen las bellas flores, ¿no es un milagro divino? No descuidemos las leyes naturales.

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