Se suele decir que para que una ensalada sea perfecta han de intervenir cuatro personas en su elaboración: alguien prudente con la sal, alguien generoso con el aceite, alguien tacaño con el vinagre y un loco para removerlo todo. Sin embargo, se recomienda en la mayoría de los casos, que el aceite sea virgen de oliva; el vinagre, de Jerez, y la sal, marina. Pero un buen aliño no tiene más límites que los derivados de no mezclar entre sí cosas que no sean compatibles. La imaginación, siempre junto al buen gusto, desempeña aquí un papel de la máxima importancia. En una ensalada no son importante solo los ingredientes: lo es, y mucho, el aliño, que debe hacerse con productos de alta calidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario