“En América Latina, las ventas per cápita de productos ultra-procesados crecieron más rápido en Uruguay (146%), Bolivia (130%) y Perú (107%). La mayor parte del aumento fue en la venta de bebidas azucaradas”, dice parte del informe “Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: tendencias, efecto sobre la obesidad e implicaciones para las políticas públicas”.
El documento muestra que de 2000 a 2013 las ventas per cápita de estos productos aumentaron en América Latina, aun cuando las ventas de estos productos estaban disminuyendo en América del Norte.
La comida ultraprocesada usa saborizantes, aditivos y colorantes para parecer alimentos verdaderos cuando no lo son. En su mayoría son empacados, pertenecen a una marca y son altamente publicitados, pero también los hay de manera artesanal como la comida de los “carros”, o las sopas de fideos o snacks caseros (pipocas, chisitos y otros) de venta ambulante.
La mayor parte de los ingredientes en estos productos son aditivos como: estabilizadores, emulsificantes y solventes.
En esta categoría se encuentran: pastelillos,snack, papas, confitería, comida rápida, bebidas azucaradas (néctares, jugos embotellados y refrescos), sopas enlatadas, yogurt y leche de sabor.
Las compras de comida rápida per cápita aumentaron casi un 40 por ciento en los 13 años en Latinoamérica, basándose en datos de los 13 países estudiados. Estas compras se incrementaron en un 100 por ciento o más en Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana y Perú.
Las ventas totales de bebidas gaseosas se duplicaron, llegando a 81 mil millones de dólares y superando las ventas de refrescos en América del Norte.
Sin embargo, a partir de 2013 los brasileños y peruanos eran los mayores consumidores de comida rápida en América Latina, con 10 veces más compras que Bolivia (aunque se quedan muy por detrás de Canadá y Estados Unidos).
Canadá y Estados Unidos se sitúan en el primer y segundo lugar en ventas per cápita anuales de alimentos y bebidas ultra-procesadas entre los 80 países en todo el mundo para los que se dispone de datos. México ocupa el cuarto lugar, y Chile, séptimo.
A pesar de que la venta de los productos ultra-procesados crecieron más rápido en la región, Canadá y Estados Unidos se sitúan en el primer y segundo lugar en ventas per cápita anuales entre los 80 países en todo el mundo. México ocupa el cuarto lugar, y Chile, séptimo.
Para frenar el aumento del consumo de alimentos ultra-procesados y las crecientes tasas de obesidad y sobrepeso en América Latina, el informe recomienda que los gobiernos, la comunidad científica y las organizaciones de la sociedad civil apoyen e implementen políticas para proteger y promover la elección de alimentos saludables.
Estas políticas pasan por campañas de información y educación, pero también por la aprobación de normativa sobre precios, incentivos, agricultura y comercio para proteger y promover la agricultura familiar, los cultivos tradicionales, la inclusión de los alimentos frescos de origen local en los programas de almuerzo escolar, y la promoción de las habilidades domésticas de preparación de alimentos y cocinar. (Radio Fides)
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