martes, 1 de noviembre de 2016
Kamilla Seidler, la Mejor Chef Mujer de Latinoamérica
“¡Amo el anticucho!”, responde entre risas al cuestionarle su comida boliviana favorita. Kamilla Seidler fue recientemente galardonada como la Mejor Chef Mujer de América Latina (Latin America´s Best Female Chef 2016), en la ciudad de México.
Ella asegura que la comida boliviana está cargada no solo de sabores, sino también de historia. Es el proceso que suele analizar cuando de comida se trata, “la diversidad en Bolivia se replica en su comida, son sabores fuertes”, menciona. Y es que a nivel antropológico, entender el origen de esos sabores es lo que llama la atención de esta chef.
Kamilla Seidler se graduó en 2008 de la escuela gastronómica en su natal Dinamarca. Desde entonces, su trabajo ha sido saboreado en prestigiosos restaurantes de su país, Reino Unido y España. Hoy es la Chef Ejecutiva de Gustu, en La Paz.
Desde pequeña sintió la pasión por cocinar, cuando lo hacía junto a sus abuelos, y fue a la edad de 21 años que empezó a pensar en la cocina como una carrera.
Gustu fue la propuesta que se le presentó en el año 2012 por el reconocido chef Claus Meyer. Kamilla no dudó en aceptar, pues al ser un restaurante que trabajaría solo con productos nativos bolivianos, ayudaría a difundir ese universo de sabores al mundo para beneficio de la población boliviana.
Lo que la cautivó de Bolivia fue el orgullo de la gente por sus costumbres, la diversidad de tradiciones y el poder viajar por el país reconociendo el sabor de cada región: desde Rurrenabaque, cocinando pescado en hojas de plátano al fuego vivo, hasta el altiplano, donde se entierran papas en la tierra con carbón para cocinarlas de esa forma. “Son cocinas completamente distintas, pero cada uno representa las costumbres del lugar”, afirma Kamilla.
A lo largo de estos tres años, desde que Gustu fue inaugurado en 2013, Kamilla creó aproximadamente 500 platos, experimentando con sabores y colores. Cada uno es un viaje que el comensal hace por del país, descubriendo por ejemplo que una común “papalisa” es irreconocible cuando se la cocina de forma diferente.
Productos cotidianos, sabores diferentes
“Es interesante ver el producto de todos los días cocinado de otra manera”, dice la chef. Esa es la misma premisa de cada cocinero que pasa por Gustu: crear sabores diferentes con productos cotidianos.
Cada día ella se despierta entre montañas, en su casa, río abajo en La Paz, donde su jardín podría ser envidiado por cualquier chef del mundo. Ahí tiene sembradas diferentes hierbas, desde manzanilla, cilantro, salvia, hasta verduras como el zucchini. Una forma de ser autosostenible, tal cual la filosofía de Gustu.
Ellas en un mundo dominado por ellos
En cuanto a la distinción que le hicieron el pasado 26 de septiembre, asegura se trata de un logro del equipo de Gustu. Ella se lo dedica sobre todo a las mujeres chefs que cada día trabajan duro para ganarse el reconocimiento en una profesión dominada por hombres. “Vivimos en un mundo machista, lamentablemente”, enfatiza la galardonada.
Alta cocina pero casual, así denomina Kamilla al sabor de Gustu. Luego, invita a los amantes de la comida a visitar este lugar y sentirse encantados con la infinidad de sabores que regala ese restaurante.
¿Y para los cocineros amateur? Atreverse a experimentar con la comida. “Si sale feo, mañana haces otra cosa mejor”. Es su consejo. •
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