INGREDIENTES
2 yucas por comensal
10 ajíes amarillos fresquitos
1 diente chiquito de ajo
½ cebolla roja (grandecita)
200 gramos de queso fresco (ligeramente salado) no quesos amarillos
5 cinco galletitas de soda (venta mercados y supermercados)
Leche lo necesario
Aceite neutro lo necesario
Sal y pimienta blanca
Para adornar:
Pedazos de huevo cocido
Hojas de lechuga
Aceitunas negras
Preparación
1. Tomar las yucas tiernas Pelar y cocinar en abundante agua por un buen rato. Cuando no es fácil sacarlas, porque se quieren desmoronar, es cuando ya están.
Dejarlas enfriar. Allí recién cortarlas en bastones del grosor de un dedo gordo. Ahora el secreto: Congélelas rápidamente acomodadas en una bandeja. Y olvídese por un buen rato.
2. Saltear la cebolla cortada y el ajo rápidamente junto a uno de los ajíes. Todo junto y muy rápido. Luego, calentar bastante aceite para freír las yucas. Freír directamente del congelador al fuego medio. No tan caliente y en pocas cantidades. Quedarán bien crocantes y cremositas por dentro. Escurrir en papel, sazonar con sal y acomodarlas en una fuente.
3. Licuar el resto de los ajíes sin venas ni pepas. Echar la cebolla, ajo y ají saltado y seguir licuando.
Añadir las galletitas previamente remojadas en la leche.
licuar. Echar el queso, volver a licuar, debe quedar cremoso. Ir añadiendo un poco de leche y otro tanto de aceite (sin excedernos). Solo para que le dé textura sin perder el saborcito a ají.
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