Alimento, amuleto y tesoro de las culturas. Resulta casi imposible resistirse a una deliciosa paella española, un plato de rissoto italiano, un tazón de arroz frito oriental y otros manjares mundiales confeccionados con el grano oriundo del Asia.
Se estima que el arroz tiene sus orígenes en el sureste asiático y que se cultiva desde hace 7.000 años. En contraparte, un reporte de la BBC afirma que fue cultivado hace 9.000 años en China e introducido en la India, para posteriormente insertarse en el África y llegar hasta Europa, donde alcanzó su máxima explotación culinaria.
Algunos apuntes históricos sostienen que el arroz fue intercambiado por el rey Darío de Persia con países como la China y la India en el año 2.100 antes de nuestra era.
Durante la época de los imperios romano y griego, este cereal era desconocido y su consumo estaba reservado únicamente a las clases pudientes, particularmente el agua de arroz.
Por ejemplo, el médico griego Dioscórides describió este insumo como un medicamento eficaz para aliviar los problemas intestinales, así como un excelente depurativo del organismo.
Asimismo, algunas culturas atribuyen al arroz un poder benévolo de abundancia, prosperidad y buen augurio. De ahí que se popularizó la costumbre de esparcir un puñado a las parejas de recién casados.
Manjar de toda la humanidad. Sin lugar a dudas, el arroz es el ingrediente básico dentro del menú familiar, popular y gourmet de cualquier país. Sus variantes y diferentes técnicas de preparación han inspirado cientos de recetas alrededor del mundo.
Este cereal contiene un alto valor nutricional y es recomendado para cualquier tipo de dieta.
La Organización Mundial de la Salud recomendó el arroz junto a otros cereales como un complemento ideal para evitar la desnutrición infantil.
Media taza de arroz al día es inocua para la salud, pues su bajo contenido de grasas lo hace efectivo en regímenes para personas con problemas cardiovasculares.
Su componente principal es el almidón, el cual es una fuente de energía. Aporta 350 calorías por cada 100 gramos, 7% de proteínas y es rico en vitaminas del grupo B si se lo consume de origen integral, ya que al ser procesado para su blanqueamiento, pierde nutrientes esenciales como la fibra y algunos minerales.
La versatilidad de este ingrediente propicia su uso en muchas formas, desde ensaladas, sopas, guarniciones, platos fuertes hasta postres, refrescos y dulces.
Se recomienda incluirlo dentro de una dieta regular varias veces por semana.
En fin, ahora que ya conoce algo más acerca de las bondades del arroz, no dude en disfrutarlo aún más cada vez que pueda saborearlo.
2/3 partes de la humanidad tiene como base alimentaria al arroz, en más de 35 países.
Todo indica que el arroz con leche es una receta típica española. A continuación le ofrecemos una tentadora opción.
Arroz con leche
Lucio Mansilla, en su libro Los siete platos de arroz con leche, relata la visita obligada a su tío Juan Manuel de Rosas, en la que, luego de horas de espera, le ofrecía un tazón de arroz con leche.
¡Buen provecho!
Ingredientes
1,5 litros de leche
150 gramos de arroz
200 gramos de azúcar
Cantidad al gusto de esencia de vainilla
Cantidad necesaria de canela
Preparación
Colocar en una cacerola la leche y el arroz, y dejarlo reposar por una hora.
Llevar el arroz a fuego mínimo y cocinar por 30 minutos, revolviendo cada tanto para que no se pegue.
Agregar el azúcar y la vainilla y cocinar cinco minutos más.
Retirar el arroz del fuego y dejarlo enfriar muy bien.
Distribuir el arroz con leche en tazones o copas, espolvorear con canela y decorar con naranja confitada o canela en rama.
Un tip especial sugiere acompañarlo con dulce de leche antes de servirlo.
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