Muchas personas consumen alimentos orgánicos por razones de salud. Otras, en cambio, consideran que no se justifica la diferencia de precios en relación a los alimentos cultivados convencionalmente. Es un tema polémico, y para fomentar la discusión, un nuevo estudio del 4 de septiembre de la revista "Annals of Internal Medicine" por un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, concluye que ambos tipos de alimentos brindan la misma cantidad de nutrientes y que la principal diferencia sigue siendo la presencia o no de pesticidas, de antibióticos o de sustancias potencialmente tóxicas.
Pocas diferencias. Tras el análisis, los autores no encontraron diferencias consistentes en cuanto al contenido de vitaminas. Solo el fósforo era muy abundante en los alimentos orgánicos, pero esto no tiene mucha importancia clínica ya que son pocas las personas que tienen deficiencia de este nutriente. Tampoco se observaron diferencias en cuanto al contenido de proteínas y grasas entre los lácteos orgánicos y los convencionales, aunque estudios anteriores habían sugerido que la leche orgánica contiene niveles más altos de ácidos grasos omega 3, lo cual podría reducir las posibilidades de sufrir enfermedades cardiacas, cáncer y artritis.
Para el estreñimiento. Por su parte, la nutricionista Daniela Ortega, indicó que la alimentación orgánica sería lo ideal para empezar a combatir el estreñimiento ya que al no presentar ningún aditivo, conservante o químico son alimentos que protegen más nuestra salud y no solo a nivel intestinal, sino de una manera mucho más completa. "Siempre lo más natural, resultará mucho más sano y beneficioso para nuestro organismo”, acotó.
Repercusiones del estudio. Asimismo, algunos especialistas que defienden los beneficios de los productos orgánicos, argumentan que en este estudio no se ha tenido en cuenta el impacto que tienen sobre el medio ambiente las prácticas de cultivo o la crianza de los animales. En los cultivos orgánicos no se usan pesticidas sintéticos, fertilizantes, radiación o aditivos químicos, y en el ganado orgánico no se usan antibióticos u hormonas de crecimiento. El estudio tampoco considera otras cualidades como el sabor, el aroma y los colores, que muchas veces saltan a la vista o se notan con el primer bocado, cuando se compara, por ejemplo, una fruta que fue cultivada en una huerta orgánica de otra que fue producida de manera convencional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario