500 grs. de tirabuzones, cantidad necesaria de sal, cantidad necesaria de aceite. Para la salsa: 1 kilo de tomate, 300 grs. de mozzarella, cantidad necesaria de aceite, 1 ramo de orégano fresco, 150 grs. de queso parmesano, sal y pimienta, a gusto.
PREPARACIÓN
Hervir la pasta en abundante agua salada y un poco de aceite hasta que esté al dente. Reservar.
Para la salsa: realizar un corte en cruz sobre la piel de los tomates y pelarlos sumergiéndolos en abundante agua caliente y salada, durante unos segundos. Retirar y enfriar en agua helada. Quitarles la piel.
Cortar los tomates en concassé y saltearlos en una cacerola con un fondo de aceite caliente. Cortar la mozzarella en rodajas delgadas e incorporarlas junto a los tomates. Apagar el fuego y tapar la cacerola.
Picar finamente el orégano fresco y añadirlo a la salsa. Agregar luego, la pasta bien escurrida y mezclarla. Espolvorear la preparación con el queso parmesano cortado en juliana. Servir bien caliente.
El queso
• Su versatilidad en la cocina, capacidad nutritiva y lo poco que engorda, son las tres cualidades por las que destaca el delicioso queso.
El queso fresco es ideal para dietas y postres, puesto que sólo aporta apenas 100 calorías por cada 100 grs. Entre sus ventajas está también la buena aceptación que tiene entre los niños, aportándole cantidades esenciales de calcio. Y, en general, es beneficioso para todos por los nutrientes que aporta: magnesio, fósforo, y vitaminas A, B y D. A todos estos aportes se une su versatilidad en la cocina dando el toque final y exquisito en nuestra alimentación.
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