viernes, 7 de abril de 2017

El huevo: mitos y verdades



El huevo es un excelente alimento, pero desde hace unas décadas surgieron muchos rumores e incluso muchos especialistas recomendaban tener cuidado con la cantidad que se consumía, pero en la actualidad todas las dudas han sido resueltas y vuelven a poner al huevo como uno de los grandes y más sanos alimentos.

Es un alimento bajo en calorías, y una excelente fuente de proteínas. Además, contiene otros nutrientes esenciales para la salud, como la vitamina D, vitamina B12, Selenio y Colina. Y sus altos niveles de antioxidantes pueden ayudar a prevenir la degeneración macular relacionada con la edad, causante de la ceguera y otras enfermedades graves oculares.

Mitos

Existen una serie de mitos negativos sobre su consumo que llevó a la gente a restringir o a reducir la cantidad de huevos por semana. La responsable de salud y nutrición de Nestlé, Anabel Aragón, ha abordado todo lo relativo al huevo y su relación con el colesterol.

1. El elevado contenido de colesterol presente en la yema aumenta los niveles de colesterol en sangre. Falso. Si bien es cierto que el huevo contiene colesterol, los valores que las personas tienen en sangre no son consecuencia directa del consumo de un alimento. Múltiples estudios demostraron que el colesterol que se ingiere con los alimentos no influye en el colesterol sanguíneo ni en las enfermedades cardiovasculares. Se ha comprobado, en cambio, que el consumo excesivo de grasas saturadas (presentes en alimentos de origen animal*, pero en baja proporción en el huevo) sí puede afectar los niveles de colesterol en sangre.

* Carnes grasas, fiambres, embutidos, crema, manteca y lácteos enteros. También aquellos subproductos elaborados con estos ingredientes.

2. Hay que evitar consumir huevos crudos. Verdadero. Una cocción adecuada asegura que el huevo alcance la temperatura suficiente para destruir la salmonella, bacteria que puede estar presente y que es capaz de provocar diarreas. Para ello, la cocción debe superar los 60°c en todo el huevo.

3. Se los debe lavar antes de guardarlos en la heladera. Falso. La cáscara de los huevos es porosa y posee una fina película protectora. Cuando los lavamos, facilitamos el ingreso de posibles microorganismos, donde rápidamente proliferan. Sólo es aconsejable hacerlo inmediatamente antes de utilizarlos, limpiándolos con agua sobre la cáscara y secándolos, a continuación, con papel de cocina. En caso de que estuvieran muy sucios, se aconseja limpiarlos con papel descartable antes de colocarlos en la heladera. Si la cáscara está fisurada, evitar su consumo.

4. Los huevos de color son más nutritivos que los blancos. Falso. El color de los huevos no influye en su valor nutritivo ni en su calidad. El tono simplemente varía según la raza de la gallina.

5. Consumir diariamente huevos engorda. Falso. No engorda. Hay estudios que concluyen que consumirlos en el desayuno es un gran aporte nutricional y da mayor saciedad, por lo que controla el hambre y eso favorece la reducción del peso corporal. “Los científicos sospechan que el compuesto crucial es la calidad de la proteína que posee. Las personas que diariamente consumen huevos tienen menos niveles de ghrelina, que es una hormona que da sensación de saciedad en el cerebro”.

El colesterol

El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano, necesaria para el funcionamiento normal del organismo. La mayor parte del colesterol se produce en el hígado y la sangre”, explica Aragón.

El colesterol es necesario porque:

• Interviene en la formación de ácidos biliares, vitales para la digestión de las grasas.

• Los rayos solares transforman el colesterol en vitamina D.

• Son muy importantes para proteger la piel de agentes químicos.

• Evitan la deshidratación.

• A partir de él se forman ciertas hormonas, como las sexuales y las tiroideas.

Existen 2 tipos de colesterol: el LDL que transporta el colesterol recién producido a todas las células de nuestro organismo. Se denomina malo porque “suele depositarse en la pared de las arterias y va formando poco a poco las temidas placas de ateroma, y luego se obstruyen, dice la experta. El otro tipo de colesterol es el HDL que es es el bueno porque “recoge el colesterol no utilizado por el organismo y lo devuelven al hígado para su almacenamiento o para su excreción al exterior a través de la bilis”, dice Aragón y a tiempo asegura que es necesario “un equilibrio entre ambos colesteroles” porque si hay un exceso de colesterol en sangre y se va depositando en la pared arterial puede dar lugar “a la temida arterioesclerosis.”

“La hipercolesterolemia es el elevado nivel de colesterol en sangre y no suele presentar síntomas ni signos físicos, así que su diagnóstico sólo debe hacerse a través de un análisis de sangre, por eso se recomienda hacer un chequeo al año”, esclarece.

Huevo-Colesterol

La experta en nutrición asegura que el huevo “es un alimento rico en colesterol, sobre todo la yema”, pero garantiza que existen estudios que indican que hay otros factores como “el sedentarismo o el sobrepeso que tienen tanta influencia o más sobre el colesterol que la propia ingesta de huevo”.

Afirma que aunque una persona tenga alto el colesterol, en la consulta nutricional no le prohíben comerlo pero sí “moderar su consumo”. Una dieta saludable puede incluir huevos hasta 3 o 4 veces por semana preferentemente, cocidos y no fritos.

“La clara es más rica en proteína y la yema más rica en colesterol, pero no hay motivos para comer solo la clara ya que la yema contiene otros nutrientes que también son importantes para una alimentación equilibrada“, sentencia. /

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